Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

viernes, 29 de abril de 2011

Dos Chamorros engavillados

Dos Chamorros engavillados
Por Tomás Borge


Managua. Por Tomás Borge, radio La Primerísima.

 
27 abril de 2011

 
Dos Chamorros talentosos —Carlos Fernando y Francisco— se han engavillado con "La Nación", sobresaliente diario de Costa Rica, de vocación antinicaragüense, para escandalizar con los llamados WikiLeaks, los informes al departamento de Estado de los Estados Unidos, conocidos, tendenciosos y, casi siempre, insoportables de la embajada norteamericana, con el propósito deliberado de dañar, en el caso nicaragüense, la imagen del FSLN. Que no nos relaten el cuento, con valor de medio centavo devaluado, de que estas publicaciones no tienen intensión política, a como lo afirma Carlos Fernando y el ex funcionario del Ministerio del Interior, mi amigo Guillermo Rotschuch. Si tanto les interesa hablar de Libia sería bueno nos explicara el silencio en sus medios de los sermones del papa Benedicto XVI, el último de los cuales no es un WikiLeaks si no una contundente propuesta —coincidente con Chávez y Daniel Ortega— de buscar una salida pacífica y negociada en el conflicto interno de Libia. Sigilo total. La noticia más espectacular no es esta sensata iniciativa si no: "bombas más cerca de Kadhafi", publicitada con aliento de felicidad. Para incrementar esta dicha, agregaré un dato poco conocido: en veintinueve días se han producido más de cuatro mil bombardeos de la Otan sobre Libia. ¿Qué les parece?


Los embajadores de todos los países informan a todos sus gobiernos, con criterios casi siempre subjetivos donde se reflejan los intereses de las embajadas, a como bien lo sabe Francisco Chamorro desde que fue funcionario diplomático del gobierno sandinista en la embajada de Nicaragua en Moscú. Yo, por ejemplo, embajador en el Perú informé a Daniel Ortega, recién iniciada mis funciones, mi certidumbre de que el presidente Alan García condonaría la deuda de Nicaragua con ese país. Me equivoqué: el presidente peruano nunca tuvo la intención siquiera de negociar esa deuda. Él tendrá sus motivos. Yo, a lo mejor, pretendí de buena fe demostrar mi eficiencia como embajador o simplemente fue la expresión de un deseo. Los embajadores yanquis en sus informes dan a conocer sus deseos y, en muchos casos, los deseos de los enemigos del FSLN. A veces son alucinaciones o chismorreos despiadados, lascivos e irrespetuosos como ese de que Daniel "lloró sobre el hombre de Kadhaffi".

 
El compadrazgo de los periodistas nicaragüenses con "La Nación" también se refiere a Mohamed Lastar, "sobrino" del líder Libio quien vino, desde hace muchos años a Nicaragua, y se distinguió por su simpatía hacia el FSLN. Hizo alguna inversión de ganadería por el lado de San Francisco Libre, creo que sin mucho éxito y ha participado con abnegación en los trabajos del Ministerio de Relaciones Exteriores. Igual lo han hecho otros en distintas instancias, como el destacado y fiel economista de origen norteamericano Paul Oki.


Si quieren saber algo más sobre Libia, les cuento: el primer dirigente sandinista en visitar ese país hermano fui yo. Me acompañaron en esa misión Edmundo Jarquín, alto funcionario del gobierno y Alí Vallecillo, jefe de seguridad personal, quienes fueron los primeros en llegar a Libia para preparar las condiciones de nuestro viaje. Fueron conmigo también otros funcionarios: Carlos Zaruk, Emilio Rapaciolli, Roberto Gutiérrez, Margarita Montealegre, fotógrafa, María Eugenia Morales, fallecida después en accidente automovilístico, Vida Novoa por la Cancillería, Margarita Flakol, traductora, y su hermano, mi amigo, Erick Flakol, excelente traductor de inglés y francés —no lo utilicé en mi plática con Khadaffi puesto que el dirigente libio, por razones de protocolo, tan solo habla árabe—; Margarita Susan, que en paz descanse, y Miguel Necochea, camarógrafos.


El gobierno Libio le prestó a Nicaragua cien millones de dólares que, con el tiempo y los intereses, se convirtió en una deuda multimillonaria, condonada en forma parcial y recientemente por ese país hermano. Agradecidos deberíamos de estar todos los nicaragüenses por ese gesto y en especial, el converso, Edmundo Jarquín. Recuerdo, como si fuera ayer, los alaridos de Jarquín vitoreando a Kadhaffi. Tan excesivos fueron que a mí me molestaron. Espero que Jarquín no tenga el cinismo de desmentirme ya que hay constancia en video de aquel suceso. Kadhaffi nos proporcionó un avión privado para trasladarnos a Managua. Hicimos una escala en Roma, donde Jarquín decidió quedarse a vacacionar por unos días en un hotel pagado por los libios. Carlos Fernando Chamorro, director en aquellos tiempos del diario "Barricada", debe recordar cómo tales hechos fueron publicitados en dicho periódico. Carlos Fernando, Francisco y Rotshuch nos creen ingenuos o tontos. Ellos no lo son.

 
En resumen: la gavilla de "La Nación" con los periodistas Chamorro está destinada a proporcionarle una cuota de apoyo a los grupos adversarios al FSLN con la remota esperanza de derrotarlo en las próximas elecciones. El sentido común más elemental indica cuán inalcanzable son estas pretensiones.

La revolución es un sueño eterno


Viernes 29 de abril de 2011


La revolución es un sueño eterno
Por Adrián Pérez


La correntina Felisa Lemos participó de la Revolución Sandinista y aportó sus conocimientos y prácticas como epidemióloga para mejorar la salud de la población.


"Ernesto y los amigos de visita comentan juntos un capítulo del evangelio que ese día era el arresto de Jesús en el huerto, un tema que la gente de Solentiname trataba como si hablaran de ellos mismos, de la amenaza de que les cayeran en la noche, o en pleno día, esa vida en permanente incertidumbre de casi toda América Latina.” En Nicaragua tan violentamente dulce, Julio Cortazar describió el perfume de un pueblo que peleó para librarse de la dictadura de Anastasio Somoza. María Felisa Lemos fue uno de los brigadistas internacionales que abandonó todo para abrazarse a esa causa. “Fue un sueño que hicimos realidad, todos los que fuimos participamos de un modo u otro. Nunca me sentí extranjera ni distinta”, recuerda.



Una tórrida brisa de febrero marca el ritmo de la tarde en Buenos Aires. Felisa desanda sin prisa las calles del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), durante el rodaje de Nicaragua: el sueño de una generación, documental que reúne los testimonios de un puñado de argentinos que participaron en la Revolución Sandinista. La médica correntina se detiene, como un reflejo, frente a una gigantografía con rostros de desaparecidos en la carpa del pañuelo blanco. Allí busca a la “Negrita”, su compañera desaparecida. El acoso de la dictadura militar sólo le dio tiempo para armar un bolso con algo de ropa y discos de chamamé, Los Olimareños y Mercedes Sosa. Dejó la casa de Rivadavia 6164 a las apuradas. Junto a Enrique, su compañero de vida, la esperaba el amargo sabor del exilio.


Se casaron en Francia donde trabajó en el Instituto Nacional de la Salud e Investigación Médica. "Probablemente, porque soy medio guaraní, sentía la latinoamericanidad a flor de piel", confiesa. Ante la tumba del poeta peruano César Vallejo juró que no iba a morirse en ese país. Había planeado viajar a Mozambique para apoyar el proceso de liberación que comenzaba a consolidarse. Los expatriados seguían militando en el exilio parisino y mantenían una relación muy activa con el Comité Latinoamericano de la Lucha de los Pueblos. "Todos los jueves, sistemáticamente, íbamos a escrachar la embajada argentina en París", asegura la epidemióloga.


Pero su destino estaba en Latinoamérica. El Consejo Mundial de Iglesias había lanzado una convocatoria para voluntarios que quisieran viajar a Nicaragua. La defensa demandaba la inmediata presencia de combatientes: "Los que nos quedamos pagamos los pasajes de los compañeros que ingresaban por Costa Rica para pelear en el frente sur nicaragüense". Luego llegaron médicos, periodistas (que crearon la Agencia Nueva Nicaragua), artistas plásticos y músicos. Cientos de militantes en el exilio viajaron a apoyar la incipiente revolución.


LA CANCION URGENTE


El avión de Felisa aterrizó en Managua el 11 de noviembre de 1979. Al pasar por la aduana le dijeron: “Bienvenida compañera, gracias, hermana, por venir a aportar”. Al igual que lo hizo en Argentina, donde trabajó en los Esteros del Iberá, se encaminó al norte nicaragüense para ofrecerse como médica rural. Con el traslado de agua potable a los barrios, la puesta en marcha de planes de vacunación y la capacitación de parteras para mejorar las condiciones de salud en los nacimientos, la revolución logró que la mortalidad infantil descendiera de 120 por mil a 30 por mil. El analfabetismo trepaba al 52 por ciento, pero a partir de la Cruzada Nacional de Alfabetización dirigida por el jesuita Fernando Cardenal, en la cual participaron 90 mil jóvenes, descendió al 12 por ciento en seis meses.


Entonces, la contra nicaragüense dirigió sus ataques hacia maestros, agentes de salud y técnicos de la reforma agraria. El parasitólogo francés Jean Pierre Grosjean fue asesinado en Rancho Grande durante una investigación sobre leishmaniasis. “Fuimos a un poblado que aparentemente no iba a ser atacado. Sabíamos que todo el país era peligroso pero nunca pensamos que Pierre iba a tener tal final”, recuerda Felisa. La historia de Benjamin Linder también destaca el valor internacionalista de la revolución.


El ingeniero hidráulico norteamericano, que había tomado un curso de payaso en la Escuela de Circo de Managua, fue convocado a participar en acciones contra el sarampión. Montado sobre su monociclo, Linder recorría las calles disfrazado con una sábana blanca salpicada con merthiolate; la vacunación perdía todo dramatismo mientras los chicos perseguían por el pueblo al “monstruo del sarampión”. Su conquista fue la construcción de una represa en San José de Bocay y El Cuá, pueblo donde vivía la médica correntina. Esa represa daba luz eléctrica a los pueblos de montaña. El 28 de abril de 1987 fue asesinado junto a Sergio Hernández y Pablo Rosales en una emboscada organizada por la contra. Linder tenía 27 años.


Una noche de verano, mientras Felisa dormía junto a su familia, la contra rodeó San José de Bocay y El Cuá con la intención de destruir la represa. La mujer y su compañero se pusieron el uniforme sandinista en la oscuridad, despertaron a su hijo de ocho años y lo llevaron a una casa de seguridad. Despidió a Enrique con un beso y se fueron a la colina que les tocaba defender. Angustiada por la incertidumbre de no saber si volvería a verlo con vida, se abrazó a la tranquilidad de saber que había dejado a su hijo en aquella casa. Sabía que si la mataban o era capturada en el combate, su hijo no quedaría desamparado porque estaba en manos de la revolución. "En ese momento te sentís acuerpada por todo un pueblo, sos capaz de continuar porque otros también siguen adelante, no estás luchando solo", resalta.


A pesar del doloroso balance que dejó la Revolución Sandinista, la epidemióloga rescata su experiencia en Nicaragua. "Es imposible dimensionar lo que significa vivir una revolución: es crear todo el tiempo, innovar”, afirma. Además de su tarea como epidemiología, participó del Movimiento de Mujeres Luisa Amanda Espinoza, fue miliciana y fotógrafa en la zona de guerra. "Tenía muy claro que debía dar testimonio de las injusticias y difundir lo que se estaba viviendo", sostiene. Con el argumento de que no tenían recuerdos en vida, los deudos del tendal de muertos que dejaron las incursiones de la contra le pidieron que tomara fotos de sus familiares muertos.


La médica correntina destaca que, a partir de la gesta nicaragüense, el pueblo comprendió que se podía llevar adelante una revolución y obtener conquistas como la reforma agraria, salud y educación para todos y el armado de una constitución más participativa. Por último, traza un puente entre la Revolución Sandinista y el actual contexto regional. “Ni por asomo ibas a pensar en este presente, con un continente sembrado de dictaduras, pero ahora se están cumpliendo un montón de sueños. Hablamos de gobiernos progresistas y dos mujeres presidentas”, señala. Tiempo atrás, un grupo de jóvenes le prometió que en diez años harían la revolución. Ella redobló la apuesta: “Me voy a cuidar para vivir veinte años más y verlo con mis propios ojos”.


En 2009 viajó a Nicaragua para celebrar el 30º Aniversario de la Revolución Sandinista. Y en mayo regresará nuevamente para asistir al 25º aniversario del asesinato de Ambrosio Mogorrón y entregar 1500 fotografías y 700 diapositivas al Centro de Estudios Sandinista. Luego volará a México, donde tiene pensado reunirse con movimientos sociales. En Guajaca le prometieron llevarla con los zapatitas. “Ahí pegaría la vuelta para quedarme con mis nietos”, agrega con una sonrisa pícara. Con 73 años recién cumplidos, Felisa sigue militando con la misma pasión que la llevó a Nicaragua.


http://lacienciadelreggae.blogspot.com/2011/04/la-revolucion-es-un-sueno-eterno.html


Televisión “Chilean Way”

Televisión “Chilean Way”
Por Álvaro Cuadra*


La televisión abierta en nuestro país está muy próxima al grado cero en calidad de información al público. Vivimos la situación paradojal en la que los noticieros centrales que ofrecen a los chilenos las diversas estaciones coinciden en una pauta que, en estricto rigor, excluye las noticias. Todo parece resolverse en un conjunto de imágenes misceláneas sobre “mapuches emprendedores”, “la llegada al país de los automóviles eléctricos” y la figura sonriente del presidente inaugurando la primera “electrolinera”.


En nuestro país se ha llevado al extremo una tendencia mundial señalada por los estudiosos en comunicación, se ha instalado con fuerza la noción de “info-entertainment”, esto es, los noticieros como parte de la distracción de masas. Así, bajo la rúbrica de “noticia”, desfilan los ejecutivos de grandes tiendas, anunciando la llegada del último teléfono celular inteligente o cualquier otra novedad para el consumo. Llegada la hora de poner en pantalla alguna información contingente, invariablemente es de corte policial o deportiva. En suma, los noticieros someten a sus audiencias a una tensión continua entre el placer del consumo suntuario y la amenaza sangrienta de la delincuencia.


La imagen de nuestra sociedad que se puede deducir de estos “noticieros televisivos” es la de un país ideal donde no existe un 20% de pobres; un país donde el gobierno hace bien las cosas y de manera transparente y no la de un país donde el índice de desigualdad es de los peores en el ranking de la OCDE. En fin, se transmite la imagen de un país exento de conflictos políticos y sociales, pues todos ellos aparecen asociados a conductas delictuales controladas por las fuerzas del orden.


Nuestra televisión construye día a día un imaginario profundamente conservador que afirma las figuras arquetípicas de nuestros orígenes, curas, militares y mercaderes y exalta, al mismo tiempo, la sociedad de consumo como consumación del deseo y la libertad. Nuestra televisión no sólo es conservadora sino, además, autorreferente, pues se nos informa poco de lo que acontece en otras latitudes y ni hablar de otras realidades latinoamericanas. Una simple comparación con noticieros internacionales nos muestra la mala calidad periodística en que se encuentra sumida nuestra televisión.


En estos tiempos del “chilean way” han desaparecido los pobres, los trabajadores, los campesinos, los mapuches (salvo los emprendedores), todos los chilenos se han convertido en consumidores o “hinchas”. El fútbol - espectáculo escenifica hoy cualquier conflicto posible, en cada clásico irrumpe, simbólicamente, aquello que la sociedad excluye por definición. Nuestra televisión se aproxima, de este modo, al grado cero en que las imágenes seducen sin apelar a contenidos que las trasciendan.

miércoles, 27 de abril de 2011

Falsificación de la historia nicaragüense por un procónsul yanqui

Falsificación de la historia nicaragüense por un procónsul yanqui 
Manuel Moncada Fonseca

El periodista Carlos Bodán, en su carta Nº 71, titulada “Mea culpa de EE.UU. y la cruda versión de su papel en la historia de Nicaragua” plantea: “En lo que podría considerarse una confesión oficial del papel de los Estados Unidos en la historia de Nicaragua, el embajador […] Robert Callahan, se quitó los […] guantes de la diplomacia y brindó su propia versión de lo que la poderosa nación del Norte cree ha sido su misión en nuestra atribulada historia, desde William Walker hasta nuestros días, respondiendo […] a los señalamientos contra la política intervencionista norteamericana, iniciados con las armas en la mano […] por Zeledón y Sandino.” (Carta Bodán. Nº 71). 

Pero veamos lo que dijo el mismo embajador. Hablando de William Walker, expresó: 

“[….] Se dice que fue enviado por el gobierno estadounidense para colonizar a Nicaragua y establecer aquí la esclavitud. La verdad es que […] era un aventurero […] y que el presidente Castellón, un liberal, lo invitó a él y a su banda de mercenarios a unirse a su lucha en la guerra civil que enfrentaba a los Liberales con los Legitimistas o Conservadores”.

“Es cierto que al inicio […] el gobierno estadounidense no hizo nada para contenerlo o sancionarlo. Y también es cierto que cuando […] su situación se hizo desesperada, Walker planeó implantar un estado esclavista en Nicaragua y que supuso -tal cual ocurrió- que con ello lograría el respaldo popular en los estados esclavistas de los Estados Unidos”. 

“Sin embargo, cuando se hizo evidente que Walker era de hecho una amenaza para Nicaragua y una vergüenza para los Estados Unidos, el Secretario de Estado, William Marcy, actuó para desacreditarlo y desarmarlo. Marginó al embajador de EE.UU. […], John Wheeler, quien tenía simpatías por Walker, y ordenó interceptar con buques de guerra estadounidenses las vituallas y refuerzos del famoso filibustero. […]. A todas luces, William Walker era un demente, un verdadero megalómano, que causó muerte y destrucción dondequiera que le llevó su aventura. Pero actuó por su cuenta y no recibió ningún apoyo del gobierno estadounidense. Esos son los hechos”, según Callahan.

Hablando de otro momento de la intervención yanqui contra nuestro país, Callahan sostiene: 

“Por los siguientes 50 años, Estados Unidos mantuvo su interés en Nicaragua, sobre todo como un posible lugar para el canal interoceánico, pero fue la llegada y larga presencia de los Marines durante la primera parte del siglo pasado lo que ha dado mucha materia para críticas actuales. […] pienso justo recordar que Estados Unidos envió a los Marines con buenas intenciones: Poner fin al caos político imperante en la época y ayudar a Nicaragua a establecer una democracia estable”.

“Desde luego, los Marines permanecieron aquí 20 y tantos años y su presencia fue un insulto diario para muchos patriotas nicaragüenses, incluyendo a Augusto César Sandino […]”.

“Sin embargo, llegada la paz de Tipitapa de 1927 y [a] la hora de elegir un nuevo gobierno […] Sandino escribió al jefe de los Marines en Jinotega proponiendo deponer las armas sólo si los Marines permanecían para garantizar elecciones libres y limpias”.

Sobre Anastasio Somoza García, Callahan expresa:

“Otra figura nicaragüense que surgió de este período fue Anastasio Somoza García. La historia ha demostrado que los estadounidenses nos equivocamos en haberlo escogido para encabezar la recién creada y apartidista Guardia Nacional, la cual habría de remplazar un ejército politizado, pero era imposible en su momento conocer las intenciones de Somoza”.

“Parecía inteligente y bien intencionado y dominaba el inglés. Hablaba de democracia, exaltaba la libertad, prometía elecciones. Nos enamoró y a muchos otros también”.

“Es cierto, lo apoyamos a él y a sus hijos por años, y los toleramos en aras de la seguridad nacional. Pero, a final de cuentas, y admito no fue sino hasta tarde, nos apartamos de él. Muchos contribuyeron a la derrota de Somoza, pero nosotros también desempeñamos un papel, aunque modesto y tardío en su salida del poder. Estos son los hechos”. 

A lo anterior, Bodán acota: “Al diplomático se le olvidó mencionar otro período de la historia, durante la administración de su presidente Ronald Reagan: El financiamiento directo e ilegal de su país a la Contrarrevolución y el histórico fallo de La Haya, que condenó a EE.UU. a pagar 17 mil millones de dólares en concepto de indemnización al pueblo nicaragüense, sentencia que nunca fue cumplida.” (Carta Bodán, Ibíd). 

Respondamos a lo que dice el embajador Callahan:

El caso William Walker


De inicio, repárese en la contradicción insalvable de lo que sostiene Callahan: por un lado, refiriéndose a Walker, reconoce que el gobierno de su país “no hizo nada para contenerlo o sancionarlo”, pero luego, dice que el filibustero actuó por su propia cuenta. Ello obviando, además, que John Wheeler tenía simpatías por él, lo que por sí mismo, resulta muy sintomático...

En efecto, las evidencias históricas muestran que William Walker no fue un simple aventurero, como sostiene Callahan. Por ello, el apoyo que le brindara al mismo el embajador yanqui John Wheeler, lejos de obedecer a un plano personal, como sostiene Callahan, revelaba, en mayor o menor medida, la voluntad gobernante en EEUU. No en vano, en su país, donde se respiraban los aires del Destino Manifiesto, fue considerado un héroe justamente por sus correrías en Sonora y Baja California (Wikipedia: William Walker ) que causaron muerte y destrucción antes que llegara a Nicaragua, como lo reconoce el actual procónsul yanqui.

Walker no llegó a Nicaragua con el fin de servir los intereses de una u otra facción de la clase dominante, sino los de los estados esclavistas del sur de Estados Unidos, país donde aún persistía, al igual que en Cuba y en Brasil, la esclavitud, pese a que ésta había sido rechazada en todo el mundo occidental desde 1820 (Hurtado Chamorro, 1965). Como anota Francisco Ortega Arancibia, “Walker [...] se proponía aniquilar no sólo el istmo establecido en Centroamérica y en toda América Latina, sino que pretendía exterminar la raza, dejando tan sólo a aquéllos que pudieran soportar la condición de esclavos para ocuparlos en la siembra del algodón y la caña de azúcar” (Arancibia Ortega, 1974). Y esta pretensión no podía concebirla ni mucho menos llevarla a efecto sin que en su país, al menos en el Sur, reinara la geofagia.

En una carta de 1857, Walker revela: “el restablecimiento de la esclavitud del negro constituye el medio más rápido y eficiente para que pueda establecerse permanentemente la raza blanca en Centroamérica [...]”. En la misma carta afirmaba: “[...] una comparación del negro de África con el de los Estados Unidos, y aún con el de Cuba y el Brasil, demuestra las ventajas de la esclavitud para esa raza inferior” (Pepoladas).

No en vano, la llamada “aventura” de Walker en Centroamérica fue apoyada por la administración del presidente estadounidense Franklin Pierce, quien manifestó que la expansión territorial de Estados Unidos no sería disuadida por ningún motivo, puesto que su nación “por su propia seguridad”, tenía que “adquirir ciertas posesiones” que aún no estaban bajo su poder. De ahí que este mandatario reconociera a Walker como presidente de Nicaragua, pese a sus públicas manifestaciones en contra del filibusterismo. Por otra parte, durante su Administración, se permitía que el reclutamiento de voluntarios, para ir a pelear en las filas de Walker en Nicaragua, se realizara abiertamente tanto en San Francisco como en Nueva York. Respaldo a Walker dio asimismo Buchanam, de tendencia sureña al igual que Pierce, su predecesor (Hurtado Chamorro, 1965).

Finalmente, la amenaza que Walker representaba para Nicaragua, al contrario de lo que dice Callahan, se evidenció muy pronto. Por ejemplo, cuando ordenó el fusilamiento de Ponciano Corral, presidente legitimista, en noviembre de 1855 y, ese mismo año, solo que en octubre, el de Mateo Mayorga, ministro del presidente -también legitimista- José María Estrada. Por lo demás, no tenemos nada que objetarle a la convicción de Callahan sobre la condición demencial y megalómana de Walker. Pero: ¿No ha sido eso lo que ha caracterizado, sino a todos, a buena parte de los presidentes y políticos yanquis? ¿No fue demencial el bombardeo atómico al Japón en agosto de 1945; mismo del que EEUU no se ha arrepentido para nada? ¿Y qué decir de George W. Bush con sus atentados contra las torres gemelas o su guerra infinita contra el terrorismo en Afganistán e Iraq? ¿Qué decir de Obama y Clinton con su guerra criminal y de rapiña contra Libia y sus miras sobre Siria, Irán y… el mundo entero? ¿Es cuerdo que George Bush hablara de bombardear atómicamente más de sesenta rincones oscuros del planeta? (Castro, Fidel). 

Un detalle final sobre el asunto Walker. Dice Callahan que Castellón invitó a éste “y a su banda de mercenarios a unirse a su lucha en la guerra civil que enfrentaba a los Liberales con los Legitimistas o Conservadores”, pero Selser, un acucioso estudioso de la Historia, acota que la iniciativa partió de Byron Cole, un ambicioso mercenario estadounidense, quien a nombre de Walker, “se trasladó a Nicaragua y propuso sus servicios militares a Castellón” (Selser, 1981; T. I). No es lo mismo llegar invitado a un país que llegar, ambición de por medio, a ofrecer sus servicios a una fuerza beligerante en contra de otra. 

Sacando a Sandino fuera de contexto


No podemos soslayar de ninguna forma la mala intención del procónsul Callahan, quien sostiene algo sacado fuera de contexto, a saber que Sandino quiso, tras “la paz de Tipitapa de 1927” y a la “hora de elegir un nuevo gobierno”, deponer las armas si los marines garantizaban unas “elecciones libres y limpias”. Para responder a semejante deformación de los hechos, recurriremos a lo que el héroe expresó al respecto. Basándonos en lo que él testimonia, haremos primero una síntesis apretada de cómo se llegó a esa situación. 

Ante el reclamo que Sandino hiciera a Moncada de porqué se había suscrito la paz de mayo de 1927 que puso fin a la Guerra Constitucionalista de 1926-1927, el segundo manifestó que ello obedecía a que EEUU estaba dispuesto a ponerle fin a la guerra y a desarmar por la fuerza a los que se empeñaran en darle continuidad, lo que, desde luego, encerraba una amenaza para el héroe y sus fuerzas y, en sentido alguno, contra las fuerzas liberales que ya habían aceptado el desarme. 

Conociendo perfectamente a Moncada, Sandino sabía lo inconveniente que resultaba contradecirlo mucho, porque aquél podía desarmarlo por la fuerza y apresarlo, así que no tuvo otra opción que recurrir a la estratagema de manifestarle su disposición a aceptar, en lo que concernía al desarme, la voluntad del resto de los jefes del Ejército Liberal, pero que el de sus propios hombres debía efectuarse en Jinotega, donde él había establecido un Gobierno Departamental custodiado por más de doscientos rifles. Moncada decidió que fuera en la hacienda “El Cacao”, situada entre Teustepe y Jinotega. Pero, antes, quiso obligar al jefe guerrillero a que firmara la paz de inmediato. Viéndose en apuros, Sandino tuvo que hacer, como él mismo lo expresa, “un gran esfuerzo para recuperar la serenidad” que la situación ameritaba, manifestándole a su interlocutor que lo autorizaba ampliamente para que firmara en su nombre; en caso contrario, es decir, de haber Moncada insistido en obligarlo a firmar la paz con su propio puño y letra, el héroe no hubiera tenido más alternativa que ultimarlo (Sandino; T. 1, 1984).

La complejidad de la situación de los patriotas no terminó acá. Se fue haciendo cada vez mayor. Y justamente en este ambiente, Sandino expresó: “[…] si Estados Unidos con buena fe ha intervenido en el país, proponemos como condición sine qua non para deponer nuestras armas, que asuma el poder un gobierno militar de los Estados Unidos mientras se realicen las elecciones presidenciales supervigiladas por ellos mismos.” 

Mas debe saberse que la base sobre la cual el héroe hizo semejante propuesta, fueron los ánimos enfriados a raíz del Pacto del Espino Negro, prevalecientes entre los hombres de la Columna Segoviana que él comandaba, al grado que, a cada instante, crecían las deserciones entre sus filas. Así las cosas, para el 21 de mayo de 1927, de los ochocientos hombres que habían constituido su columna, quedaban solo veintinueve y, tres días después, apenas llegaban a veintiuno (Ibíd). 

Por si fuera poco, entre esos veintiuno, se acusaban diversas opiniones. En esta atmósfera, por sí sola cargada, se dejó sentir la presión de Gregorio Sandino para que su hijo desistiera del propósito de mantener la lucha armada. Considerando la complejidad de la situación, el héroe instruyó a José Moral, un antiguo sacerdote católico que llegó acompañando a su padre, redactar la carta a la que hace referencia Callahan, dirigida al Jefe del destacamento de marines en Jinotega; carta que, en efecto, Sandino suscribió. Mas sabía que sus enemigos lanzarían calumnias en su contra basándose en el contenido de dicha comunicación. Con todo, el héroe asumió el asunto consciente de la necesidad de “sacrificar algo por salvar el honor nacional…” Sobre todo, quería demostrarle a sus compañeros de lucha que el imperio no es una fuerza en ningún sentido confiable (Ibíd).

“Buena fe” como pretexto de invasión y ocupación de territorios 


Según Callahan, EEUU no actuó de mala fe al enviar marines a nuestro país; porque lo hizo, según declara, con toda la buena intención del mundo. Conocemos profundamente esta perversa cantinela, esa burda aseveración: “Solo la buena fe nos ha movido”. Entre 1846 y 1848, los yanquis llegaron a México y le arrebataron a este país un poco más de la mitad de su territorio; en 1898, pretextando el hundimiento del Maine surto en La Habana, EEUU le declaró la guerra a España para arrebatarle a este país sus dos últimas colonias sobre el continente americano (Cuba y Puerto Rico), con lo que, a lo inmediato, frustró la lucha independentista en estos territorios americanos; en 1903, arrebató Panamá a Colombia; en las dos primeras décadas del siglo XX, amén de los países señalados, se sumaron a su geopolítica Haití y República Dominicana. En 1909, apoyando a los conservadores nicaragüenses, EEUU derrocó al presidente José Santos Zelaya; el próximo año fue al presidente José Madriz, de tendencia liberal como el primero. Sobre esta base, el imperio yanqui impuso en Nicaragua lo que se llamó Restauración Conservadora (1910-1928), pese a que, de hecho, implantó sobre el país un protectorado yanqui que tomaba las decisiones de todos sus asuntos internos y externos esenciales y se apropiaba de las principales fuentes de ingreso del estado nicaragüense. 

Pero veamos qué criterios hubo en Estados Unidos respecto a la intervención en Nicaragua en los años veinte y comienzos de los treinta. 

Aunque no fuese otra cosa que la defensa de los intereses comerciales de EEUU en América Latina, de todos modos, no pocos congresistas se pronunciaron en contra de la intervención en Nicaragua. Veamos lo que expresó al respecto, por ejemplo, el senador Wheeler:

“Cualquier interferencia en los asuntos internos de Nicaragua perjudica grandemente a los intereses comerciales Norte Americanos, que están justamente ahora buscando nuevos mercados en América Central y del Sur. Si se quiere dejar a un lado el aspecto moral de la cuestión de Nicaragua y examinarla estrictamente desde el punto de vista comercial habrá que formularse esta pregunta: ¿Qué opinión van a formarse las naciones de América del Sur y todas las del mundo, en las que estamos invirtiendo millones de dólares, de nuestra intervención en Nicaragua y nuestro esfuerzo por dictar a ese pueblo la clase de gobierno que debe darse? ¿No es lógico que piensen que al pretexto más trivial los Estados Unidos desembarcarán los marinos en su territorio utilizando la intervención en Nicaragua como un precedente de autorización? Devanando el razonamiento hasta su conclusión lógica, se deduciría de él que emplearíamos a nuestros marinos como una agencia de cobros de las grandes inversiones realizadas en los países extranjeros.” (Selser; 1981. T. II).

La naturaleza criminal de la intervención yanqui en Nicaragua fue puesta al desnudo por los diarios más influyentes del continente Americano. Así “The Nation”, en su edición del 2 de noviembre de 1927, afirmaba que las tropas estadounidenses sin ninguna justificación legal asesinan nicaragüenses. “El Tiempo” de Bogotá, por su lado, señalaba que Coolidge acusa de bandoleros a los patriotas nicaragüenses a fin de esconder ante el pueblo estadounidense “la verdad de un hecho doloroso [...] que los marinos de la Unión Saxoamericana violan el derecho de gentes, hoy en Nicaragua, como ayer en Haití, y cometen homicidios que se quedan impunes...”( Selser; 1981. T. I). 

El desprestigio de la intervención yanqui contra Nicaragua devenía, en gran medida, del hecho que los aeroplanos de la misma atentaban más contra la población civil que contra los patriotas en armas. Tampoco favorecía la agresión a Nicaragua la acostumbrada política yanqui de intervenir sin considerar para nada la opinión de los mandatarios latinoamericanos (Cummins, 1983). En este sentido, no son de extrañar dos fenómenos observados al momento de realizarse la VI Conferencia Panamericana, a inicios de 1928, en la Habana, Cuba. Se trata, en primer lugar, de que a esas alturas solamente dos gobiernos de América Latina, el de Honduras y el de El salvador habían reconocido al gobierno títere de Díaz en Nicaragua (Selser; T. I); en segundo lugar, de que la mayoría de los delegados a la Conferencia se abstuvo de votar a favor o en contra de la intervención yanqui en Nicaragua, lo que ante el desprestigio de EEUU -que esperaba un sí rotundo de los gobernantes latinoamericanos para justificar la guerra contra los patriotas sandinistas-, se convirtió en una condena indirecta para este país y en un triunfo político de la causa sandinista. No es tampoco extraño que Hoover, electo presidente de EEUU en 1928, buscando cómo adquirir una imagen distinta a la Coolidge, su antecesor, visitara los países latinoamericanos sin resultados positivos.

Así en Ecuador, el presidente Isidro Ayora, en un tono muy diplomático, le pidió no interferir en los asuntos internos del continente; le expresó que para la conservación de relaciones cordiales y sinceras entre las naciones del mundo es necesario basar las mismas “en el más escrupuloso respeto de los derechos de todos los países, en el reconocimiento de la absoluta igualdad jurídica entre todos los estados”. Agregaba que a la solidaridad internacional debe serle “...inherente la proclamación irrestricta de la soberanía, de la justicia y el derecho” (Selser, 1986).

En Buenos Aires, Argentina y, sobre todo, en Montevideo, Uruguay, el pueblo organizó demostraciones de repudio contra el visitante estadounidense, y de solidaridad con Sandino. “¡Viva Sandino! ¡Fuera Hoover!” gritaba la multitud al mandatario yanqui en su propia cara. En Montevideo fueron tan grandes las manifestaciones “que la policía no encontró más remedio que cargar con la multitud que vivaba a Sandino y a Nicaragua al paso de Hoover para dispersarla” (Selser, T. II).

Por consiguiente, las complicaciones que para EEUU acarreaba su política abiertamente intervencionista en el continente americano, llevó a sus gobernantes a adoptar una nueva modalidad de dominio sobre esta región del mundo. No en vano, durante la presidencia de Franklin Delano Roosevelt, se declararía lo siguiente*: 

“Hubo tiempos no muy lejanos cuando nosotros aplicamos la Diplomacia del Dólar y la intervención; y fuimos acusados de imperialismo yanqui. Pero la experiencia nos ha enseñado que para tener buenos vecinos debemos ser “Buenos Vecinos”. Hemos descubierto que el entendimiento y la “Buena Voluntad” no pueden ser comprados o ganados por la fuerza” (Ulloa, 1988).

La imposición de dictaduras militares y entreguistas en Centro América, demostró mejor que nada en qué consistía la Buena Vecindad. En Guatemala, se implantó la de Jorge Ubico (1931-1944); en El Salvador, la de Maximiliano Hernández Martínez (1935-1944); en Honduras, la de Tiburcio Carías Andino (1935-1949); en Nicaragua, la de Anastasio Somoza García y sus herederos (1937-1979. En el Caribe se impuso la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1938-1952), de República Dominicana.

El asesinato de Sandino y el orden establecido por el imperio yanqui en Nicaragua


Para responder a las afirmaciones sostenidas por Callahan sobre la realidad del apoyo yanqui a Anastasio Somoza García, conozcamos, groso modo, quién fue este personaje, mismo al que EEUU y sus procónsules apoyaron de principio a fin en todas sus correrías… 

Lo primero que salta a la vista al estudiar a Somoza García como personaje fue el crimen que perpetrara contra Sandino el 21 de febrero de 1934, un año después del convenio de paz de febrero de 1933, suscrito entre el héroe y Juan Bautista Sacasa, quien recién asumía la presidencia de Nicaragua. Mas, de primas a primera, digamos que dicho crimen no obedeció esencialmente a razones personales sino de clase. 

Sandino -a pesar del desarme relativo de 1933, contemplado en la firma de la paz- representaba la posibilidad de un nuevo levantamiento popular. Por eso lo mataron. No otra cosa sugiere el hecho que en su asesinato se hayan involucrado la Guardia Nacional, con Somoza a la cabeza; la Presidencia, representada por Sacasa; y el imperio estadounidense, a través de su embajador en Nicaragua, Arturo Bliss Lane. 

Habiendo asesinado a Sandino, Umanzor, Estrada, Sócrates y Ferreti, y masacrado luego a centenares de patriotas en las cooperativas de Wiwilí, la Guardia Nacional (GN), la Presidencia y el Imperialismo yanqui actuaron, indiscutiblemente, en nombre de todo el sistema opresor. Por eso, lo más “selecto” de la sociedad granadina, esto es, “la flor y nata de la oposición” y el liberalismo leonés organizaron ostentosas fiestas para congraciarse con Somoza, el asesino de Sandino (Salvatierra, 1980).

Sobre la participación de Somoza García en el crimen no cabe duda alguna. Debe saberse que el fundador de la dinastía que lleva su nombre, el propio 21 de febrero, le expresó a un grupo de oficiales de la GN que la embajada estadounidense le acababa de dar la venia para liquidar al héroe, por estimarlo “un perturbador del país”. En otra ocasión, reconoció su involucramiento en el crimen en un banquete organizado en su propio honor (Alemán Bolaños, 1980). Y antes de perpetrarlo, en una entrevista, le insinuó a José Román sobre el asunto que tenía entre manos (Román, 1983).


Con relación al Embajador Arturo Bliss Lane, es “extraño” que, después de ejecutada la acción contra Sandino y sus acompañantes, se presentara al cuartel en que Sofonías Salvatierra y Gregorio Sandino estaban apresados -desde que ambos fueron separados del grupo de Sandino al momento de la detención- a ofrecerles libertad y asilo político (Alemán Bolaños, 1980).

Arturo Bliss Lane, en un telegrama al Departamento de Estado, reconocía que había recomendado a Somoza no precipitarse en relación con Sandino... (Fonseca, Carlos; Tomo 1, 1982). La no precipitación insinúa claramente que la liquidación de Sandino no estaba fuera de duda o cuestionada por el imperio; solo sugería que Somoza no se apresurara a dar semejante paso…

En lo que a Juan Bautista Sacasa respecta, se señalan varios hechos que, de una u otra forma, lo incriminan: a) el propio día del crimen invitó a Sandino, sin ningún motivo aparente, a la casa presidencial; b) habiéndose retirado de casa presidencial, Sandino y sus acompañantes fueron detenidos por una patrulla de la GN, transcurriendo dos minutos para que Sacasa, informado por su propia hija, conociera el hecho; c) entre el momento de la captura y la ejecución del crimen, medio suficiente tiempo como para que Sacasa evitara la acción contra Sandino y sus compañeros; d) Jesús Hernández y Nicolás Martínez, antiguos amigos y partidarios de Sacasa, sostuvieron que sabían que éste era culpable del crimen perpetrado (Alemán Bolaños, 1980); e) el Partido Unión Democrática Nicaragüense, en una hoja suelta intitulada “El más glorioso soldado contemporáneo de las libertades americanas”, señalaba, en parte, que Sacasa era el encubridor del más repudiable crimen político ejecutado en suelo americano durante el siglo XX; f) tras el asesinato de Sandino, Sacasa ascendió a Somoza de brigadier general a mayor general (Gilbert, 1979).

El ascenso vertiginoso de Somoza García al poder 


Mas, para terminar de dilucidar el involucramiento imperial en el asesinato del héroe conviene hablar del vertiginoso ascenso de Somoza García al poder. Primero que nada resalta el hecho de que surgiera como por encanto en la palestra política de Nicaragua, pues antes de la firma de la paz de 1933, era una figura prácticamente desconocida (Ibíd). El romance que se le atribuyó con la esposa del embajador estadounidense Hanna en Nicaragua, fue, al parecer, una causa importante de su ascenso estrepitoso hacia el poder (Amador, Armando). No menos importante fue su calidad de secretario particular de Moncada (Selser, 1984). Como elemento favorable al logro de las ambiciones de Somoza García debe estimarse su condición de desalmado, antipueblo y entreguista, pues sólo con gente de esa calaña el imperio podía garantizar su dominio en Nicaragua. No extraña que Franklin Delano Roosevelt, padre de la “Buena Vecindad”, expresara, refiriéndose a Somoza: “él es un hijo de perra, pero es nuestro.” (Borge, Tomás; 1989).

Roosevelt tuvo sobradas razones para hacer semejante afirmación. Desde su juventud, Somoza demostró, con creces, que era merecedor de semejante calificativo; que en boca del primero significaba apoyo incondicional a su persona. En verdad, la conducta de Somoza no dejaba nada que desear para quienes buscaban con mucha ansia a un Jefe Director criollo de la sanguinaria GN: 

a) Siendo estudiante en Estados Unidos, Somoza fue condenado a dos meses de cárcel por haber sido parte de una falsificación de bonos. 

b) En Nicaragua, en 1921, por intento de falsificación de monedas, cayó en la cárcel, aunque por ser ya yerno de Debayle las cosas no pasaron a más. 

c) Su carrera militar, antes de convertirse en Jefe Director de la GN, se reduce a una ridícula escaramuza, la del Guachipilín (1927), de la que salió huyendo. 

d) De su impecable currículo forma parte un hecho criminal, a saber, que habiéndose enemistado con el cacique conservador de San Marcos, Somoza, en 1928, contrató a un matón para ultimarlo. Y, siendo ya Presidente, se libró también del hombre que contratara para ello (Selser, 1984). 

Somoza cayó en verdadera gracia al embajador Hanna. Tanto que, en octubre de 1932, este diplomático dio a conocer al Departamento de Estado su preferencia por él para el cargo de Jefe Director de la GN. Otro tanto hizo en su favor la mayoría de los altos oficiales yanquis que intervenía en Nicaragua (Millett, 1979). De esta suerte, fue nombrado Jefe Director de ese cuerpo castrense, convirtiéndose con ello, de hecho, en el mandamás de Nicaragua. El camino a la presidencia le quedó allanado en 1936, cuando, con apoyo de EEUU, la GN y los Camisas Azules que imitaban a los Camisas Negras de Italia, derrocó a Juan Bautista Sacasa, su tío político. Estas fuerzas le permitieron pasar por encima de los obstáculos que se interpusieron en su camino para llegar a la sima: la Constitución y el Tratado de Paz y Amistad Centroamericano de 1923 (Alegría, Claribel; Flakoll, DJ.; 1982).

Bibliografía citada:

1. ALEGRÍA, Claribel; FLAKOLL, DJ. Nicaragua: la revolución sandinista. Una crónica política/1855-1979. Serie popular Era, México, 1982. 
2. Alemán Bolaños, Gustavo. Sandino el Libertador. Talleres de Impresos Culturales S.A. IMCUSA, San José Costa Rica, 1980. 
3. Amador, Armando. Amador, Armando. Origen, Auge y Crisis de una Dictadura. Guatemala, Centroamérica. No se indica fecha de publicación. 
4. Arancibia Ortega, Francisco. Cuarenta años de Historia de Nicaragua (1838-1878). Colección Cultural Banco de América. Serie Histórica Nº 6. PINSA, 1974. 
5. Carta Bodán. Nº 71. “Mea culpa de EE.UU. y la cruda versión de su papel en la historia de Nicaragua”. http://librepenicmoncjose.blogspot.com/2011/03/mea-culpa-de-eeuu-y-la-cruda-version-de.htm
6. Castro, Fidel. “El imperio por dentro” (quinta y última parte). http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2010/10/15/el-imperio-por-dentro-quinta-y-ultima-parte/
7. Citado en: Borge, Tomás. La Paciente Impaciencia. Editorial Vanguardia, mayo de 1989. 
8. Cummins, Lejeune. Don Quijote en burro. Editorial Nueva Nicaragua. p. 19.
9. Del Partido Renovador Autonomista al pueblo de Nicaragua. “El más glorioso soldado contemporáneo de las libertades americanas”. (Hoja suelta custodiada en el Archivo General de la Nación). En: El Sandinismo Documentos Básicos. Instituto de Estudios del Sandinismo. Editorial Nueva Nicaragua, 1983. 
10. Fonseca, Carlos. Fonseca, Carlos. “Noticias sobre Gorki y Darío”. En Fonseca Carlos Obras. Bajo la bandera del sandinismo. Tomo 1, 1982. 
11. Gilbert, Gregorio Urbano. Junto a Sandino. Editora Alfa y Omega. Santo Domingo, República Dominicana, marzo de 1979.
12. Hurtado Chamorro, Alejandro. William Walker: ideales y propósitos. Editorial unión de Cardoza y compañía limitada. Granada, Nicaragua, 1965. 
13. Millett, Richard. Guardianes de la dinastía. EDUCA., 1979. 
14. Román, José. Maldito País. Ediciones “El pez y la serpiente”. Managua, Nicaragua, 1983.
15. Salvatierra, Sofonías. Sandino o la Tragedia de un pueblo. Talleres Litográficos Maltez Representaciones S.A. Managua, Nicaragua, 1980. 
16. Sandino, Augusto C. El pensamiento vivo. Tomo 1. Introducción, selección y notas de Sergio Ramírez. Editorial Nueva Nicaragua, 1984. 
17. Selser, Gregorio. Nicaragua: De Walker a Somoza. Mex Sur Editorial S.A. 1984. 
18. Selser, Gregorio. Sandino General de Hombres Libres. Editorial de Ciencias Sociales, Ciudad de la Habana, 1981. Tomo II. 
19. Selser, Gregorio. Sandino General de Hombres Libres. Editorial de Ciencias Sociales, Ciudad de la Habana, 1981. Tomo I. 
20. Selser, Gregorio. El pequeño ejército loco. Sandino y la operación México-Nicaragua. Editorial Nueva Nicaragua. Segunda edición. 1986.
21. Ulloa, Juan Manuel y otros. Apuntes de Historia de Nicaragua. UNAN-Managua, Editorial Universitaria, León, Nicaragua, 1988. 
22. Wikipedia. William Walker. http://es.wikipedia.org/wiki/William_Walke
23. “William Walker, el último filibustero”. http://pepoladas.over-blog.es/article-william-walker-el-ultimo-filibustero-47421321.html

*Nota: de acá en adelante, con algunos cambios menores, el contenido desarrollado ya lo hemos expuesto anteriormente en “Imposición del dominio yanqui en Nicaragua y Resistencia Sandinista”. http://librepenicmoncjose.blogspot.com/2010/07/imposicion-del-dominio-yanqui-en.html

Estigma glorioso

Estigma glorioso
Marina Moncada


Hoy regreso de la guerra. Estoy intacto por fuera y fragmentado en charneles por dentro. Saludo a los míos con una sonrisa propiciatoria. Ellos, ajenos a mi irrevocable decisión, felices me reciben. Con la venia del cansancio por la lucha y el jet lag, paso directo a mi cuarto y me quito la vida. Forcejean la puerta. Es el médico forense con los corpulentos paramédicos que diagnostican homicidio. He dejado a mi madre y hermanos sin carta explicativa, con culpa ajena y un estigma innecesario.


En mi funeral disparan 21 cañonazos, pero no los escucho. Quedé sordo del balazo.


27 de abril del 2011

martes, 26 de abril de 2011

¿Quiénes estarían detrás de la segunda muerte de Yajob y los rearmados?

¿Quiénes estarían detrás de la segunda muerte de Yajob y los rearmados?
Manuel Salvador Espinoza J.




Según datos de la CIAV, más de siete mil contras cayeron en la década de los 80s y en un 98% se desconoce dónde quedaron enterrados. Nadie, absolutamente nadie les puede decir a sus familiares dónde quedaron enterrados en la montaña.


Si le preguntamos a los nicaragüenses de las últimas tres generaciones, si conocen quién fue el primer Contra caído en combate, serán unos cuantos pocos, como los dedos de las dos palmas de la mano, quienes se acuerden y puedan responder. ¿Por qué? ¿Acaso la contra no fue lo suficientemente conocida en los diez años de la década de los 80s, como para saber quien fue?


Podría parecer una pregunta tonta y sin importancia alguna. Pero para poder responder, los más conocedores inmediatamente preguntaran ¿de qué tipo de contras se está hablando? ¿Ex Guardias Nacionales, Campesinos de los MILPAS, Guerrilleros del FSLN infiltrados en el FDN?


Por ejemplo, Timothy C. Brown, quien fuera enlace con la Contra desde 1987 a 1990 por parte del Departamento de Estado, en su libro “The Real Contra WAR” (La Guerra de los verdaderos contras) discrepa con Robert Kagan, otro funcionario del Departamento de Estado muy relacionado con la Contra y con Duane Clarridge, (quien al igual que R. Kagan, escribió su propio libro) que se desempeñó como Jefe de la División para Latino América de la CIA (1981-1984) y encargado exclusivamente de la guerra contra el gobierno sandinista sobre quiénes fueron los primeros contras.


Brown rechaza la idea de que los primeros Contras como asegura Kagan, eran unos cuantos guardias somocistas desarrapados, que peleaban su propia guerra en choques fronterizos para poder sobrevivir después de la caída del régimen de Somoza. Brown tampoco opina igual, que Clarridge, quien asegura que la primera contra la constituían unos 500 ex GN, que habían sido organizados por los argentinos y estaban en pleno entrenamiento cuando a Clarridge le encomendaron la tarea de derrocar a los sandinistas.


Brown opina, que los primeros contras reales fueron los campesinos ex guerrilleros sandinistas agrupados en los MILPAS (Milicias Populares Anti Sandinistas) descontentos con el gobierno sandinista de principios de los 80s. Y fue uno de ellos el primer caído en combate.


Si nos centramos en el objetivo del artículo, es más fácil entonces decir que, por varias razones, en su enorme mayoría los nicaragüenses desconocen quién fue el primer contra caído en la guerra de los 80s. La primera es que la historia de la Contra aún es muy escasa. La segunda razón es que después de 1990 a nadie de los que usaron a la contra como brazo armado le interesó escribir sobre ella.


Desde 1990 hasta la fecha, lo único que han hecho los partidos de derecha ha sido utilizar el nombre de esta fuerza para propiciar el voto del campo, que es la zona de procedencia de la mayoría de los que pertenecieron a la resistencia. Al igual que las diferentes administraciones norteamericanas desde Bush padre hasta Obama, los partidos de derecha en Nicaragua se olvidaron por completo de la Contra. ¡Los dejaron solos! como suele decir el comandante Leonardo Zeledón de pseudónimo Villa Toro o Chispero. Era lógico, a nadie le interesaba invertir en ellos. Es más sencillo y rentable comprar armas al mismo gobierno norteamericano, así el dinero queda en casa y el resto que se invierte en publicidad y otros gastos menores, que se hacen a gusto y antojo de quienes hacen política de los hombres que luchan en el frente de guerra.


En los diez y seis años que gobernaron las fuerzas de derecha, ni los problemas más básicos de la Contra fueron atendidos. Apenas unos cuantos comandantes del FDN, que realmente pelearon, lograron entrar en la vida política del país. Hay muchos otros, los llamados por ellos mismos “carabinas vírgenes”, que no combatieron del todo, sobre todos los del Directorio Político. Sin embargo, son quienes sacaron y siguen sacando provecho político de un conflicto que termino hace 21 años.


Durante tres años he entrevistado a muchos comandantes de línea de la resistencia y por lo que ellos mismos expresan, es sencillo deducir que en la estrategia de seguir sacando réditos en materia de beneficios políticos y por ende económicos no tiene límites para la derecha. Seguirán manipulando no solo a la sociedad, sino que a los ex contras mismos con venderle la necesidad de abran una nueva lucha armada, situándose ellos como los interlocutores de su lucha. Como dice muy coloquialmente el Comandante Chispero, “solo saben gritar ¡Patria Libre o Miami!”.


De esto se desprende una conclusión muy sencilla, a saber, que ciertos miembros de los partidos de derecha son los que están financiando a aquéllos que con su experiencia combativa en la contra, podrían crear una situación similar al de los años 80s. Entre estos estuvo Yajob. No se puede descartar, que ellos mismos lo mandaron a matar para convertirlo en mártir y ejemplo a seguir por los ex - FDN. El problema aquí es que el Ejército Nacional por ser una institución profesional apolítica no puede generar este tipo de comentarios y ha podido más la noticia desinformadora, que la realidad más cercana.


Se hablará entonces, en este año electoral, de Yajob y de rearmados en la zona montañosa del norte del país. Lo dicen porque saben qué significa en la memoria política de los nicaragüenses el recuerdo de la guerra de los 80, donde por lo menos cincuenta mil nicaragüenses perdieron sus vidas y la economía del país casi retorna a la edad de piedra situándonos en el segundo país más pobre del continente.


Detrás de esta intención política con disfraz de alarma y de defensa de la democracia, se esconde un eje de ataque psicológico a la población votante. De eso no cabe duda alguna, como tampoco puede desconocerse el hecho que, después de las elecciones, estos grupos de rearmados perderán toda importancia para los políticos de derecha. Por una sencilla razón. Una vez acomodados en sus cargos públicos y sin poder ni querer atender sus necesidades más elementales, ellos mismos se encargará de propiciar su segunda muerte a Yajob y los rearmados; esa muerte es la del OLVIDO.

 
Msc. Manuel Salvador Espinoza J.
Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas
UNICIT (22 de Abril 2011)


Manipular, mentir, fabricar: vale todo contra Daniel Ortega



Manipular, mentir, fabricar: vale todo contra Daniel Ortega
Por Joakin Alfonso

 Zaragoza. Comités Internacionalistas.

26 abril de 2011


El próximo 6 de noviembre se celebraran elecciones presidenciales y legislativas en Nicaragua. Desde que se conoció que el Frente Sandinista presentaba a Daniel Ortega como candidato a la presidencia del país, diferentes medios de comunicación del estado español han comenzado su "campañita" de manipulación y falsedades para deslegitimar la candidatura de Daniel.

 
A principio de Abril volvían a aparecer en el diario El País varios cables de la embajada Yanki de Managua con sus correspondientes artículos. "Los más buscados por EE UU: el sandinismo antidemocrático y corruptor (1)"y " Daniel Ortega, en la lista estadounidense de los más buscados (2)", eran los títulos de dichos artículos.

 
Unos días después, el 12 de Abril, el grupo Prisa anunciaba a bombo y platillo la entrega del premio Ortega y Gasset en categoría de "Periodismo Impreso" al periodista de La Prensa Octavio Henríquez por una serie de artículos sobre Tomas Borges relacionados con el "enriquecimiento del poderoso político nicaragüense" (3). Según el jurado este fue otorgado por una labor de investigación "minuciosa, valiente y bien documentada", realizada, además, "en condiciones adversas".

 
Y para rematar, desde Televisión Española se emitía el domingo 17 de Abril en su programa En Portada, el documental "Nicaragua al Alba". Según la presentación de la propia cadena "El programa repasa los últimos cuatros años del nuevo sandinismo y hace una disección de la clase política nicaragüense y de cómo el presidente Daniel Ortega ha logrado hacerse con los principales resortes del poder. En el reportaje también se aborda la forma en la que Daniel Ortega ha logrado suprimir el artículo de la Constitución que le impedía optar a la reelección en los comicios del 6 de noviembre de este año". Quizás lo único decente de este programa fue que en el tiempo que dura el programa no consiguieron que nadie de la gente del pueblo hablara mal de los programas sociales que realizado el gobierno sandinista aprovechando los recursos del ALBA.


Sobre los cables de la embajada gringa, es curioso que el artículo "Daniel Ortega, en la lista estadounidense de los más buscados", toma como referencia entre otros el cable 63040, con el título "Trilogía sobre los más buscados por EE UU en Nicaragua: el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)" (4). Este es el mismo cable que ya se publicó en este diario el 6 de diciembre de 2010 y que aparecía con el titulo "Cable en el que jueces sandinistas ponen en libertad a 'narcos' a cambio de dinero" (5) y en el que se basa el periodista Pablo Ordaz para publicar su artículo "EEUU: Chávez y el narcotráfico financian la Nicaragua de Ortega" (6).


Han pasado 4 meses desde la publicación del cable 63040 y El País sigue utilizándolo para desprestigiar y denigrar al presidente electo de Nicaragua. Nos imaginamos que este cable va a seguir dando mucho juego a este medio para seguir utilizándolo y deslegitimar cada vez que le convenga la candidatura de Daniel Ortega.


Volviendo a la "información" que nos brinda el redactor de El País, entre otras lindezas nos dice que en esos cables, el embajador Paúl Trivelli afirma que tanto Daniel Ortega como el FSLN "han recibido regularmente dinero de narcotraficantes internacionales para financiar sus campañas electorales". Según el articulista, en el cable las "valoraciones más duras se remontan a principios de los ochenta". También nos relata que "los hermanos Ortega habrían participado en el grupo que ordenó "la detención y tortura de miles de personas en cárceles y centros de internamiento", hechos que ocurrieron en el contexto de la guerra de principios de los ochenta entre el sandinismo y los "contras", financiados por EEUU. Siempre en ese entorno bélico, los dos jefes sandinistas "ordenaron numerosos asesinatos y desapariciones, incluyendo el asesinato de cientos de indígenas miskitos en sus asentamientos de la costa atlántica y la detención de miles en campos de concentración en 1981 y 1982".

 
En estos momentos en que "la memoria histórica" parece que empieza a ser un derecho de los pueblos, no esta de más recordar algunos acontecimientos que se dieron en la Nicaragua de los 80 y que El País parece que ha olvidado. Al igual que hoy, en esos años, este medio intento engañar a la opinión pública española con sus mentiras, sus manipulaciones y su ocultación de la realidad. Su complicidad con la política exterior norteamericana quedó muy clara en algunas de sus editoriales y en los artículos que enviaban sus corresponsales desde Centroamérica.




Pero recordemos la historia. El 27 de junio de 1986 la Corte Internacional de Justicia de La Haya condenó a los EEUU por los ataques con explosivos contra puertos y otras instalaciones de Nicaragua (7). Las acusaciones más importantes de esta sentencia y por la que se obligó a EEUU indemnizar a Nicaragua y acabar con todo hostigamiento fueron las siguientes: "entrenar, armar, equipar, financiar y abastecer a las fuerzas de la contra o de otra manera alentar, apoyar y ayudar en la ejecución de actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua; ataques contra territorio nicaragüense en 1983-1984; dirigir o autorizar sobrevuelos del territorio nicaragüense; colocar minas en las aguas internas o territoriales de la República de Nicaragua durante los primeros meses del año 1984; no dar a conocer la existencia y lugar de las minas por ellos colocadas; elaborar en 1983 un manual titulado "Operaciones Psicológicas en Guerra de Guerrillas" y difundir el mismo entre las fuerzas de la contra".


El gobierno de los EEUU jamás cumplió con esa sentencia (siguió con su guerra de baja intensidad hasta Febrero de 1990, cuando el FSLN pierde las elecciones) ni indemnizó a Nicaragua con los 17.000 millones de dólares en los que estaban calculados las perdidas del país. Su reacción fue salirse de la Corte Internacional de Justicia.


Pero quizás el articulista de El País desconoce lo que ocurría en aquellos años 80 y la credibilidad que tienen los dirigentes gringos cuando se refieren a Nicaragua y cómo fabricaban cualquier mentira para justificar su guerra contra el gobierno Sandinista.


La Revista Envío (8) publicaba en noviembre de 1986 refiriéndose a la manipulación del gobierno gringo, "El más escandaloso de estos hechos iniciales de la campaña de desinformación fue la fotografía publicada en la revista derechista francesa Le Fígaro, en donde se presentaba a miskitos quemados vivos por los sandinistas. Cuando el entonces Secretario de Estado, Alexander Haig, blandió la revista con la foto ante las cámaras de la TV norteamericana, el autor de aquella fotografía la identificó inmediatamente como una que había tomado en 1978 durante la insurrección contra Somoza: los supuestos miskitos quemados no eran sino jóvenes sandinistas asesinados por la Guardia Nacional y a los que la Cruz Roja había incinerado después para evitar epidemias como se tuvo que hacer en muchas ocasiones en aquellos días".


Esta fábrica de mentiras en algunos casos llegaba hasta la ridiculez, pero desde algunos medios con tal de deslegitimar la candidatura de Daniel Ortega, vuelven a publicar estas mentiras. Quizás los campos de concentración a los que se refiere el cable sea en base a las declaraciones que también aparecen en el artículo de la Revista Envió, de Jeane Kirkpatrick, la Embajadora gringa en la ONU de esos años "También en aquel tiempo, Kirkpatrick, en el programa de TV "Informe MacNeill-Lehrer", denunció que los sandinistas estaban construyendo campos de concentración para 250 mil miskitos. Esta cifra es, tirando muy bajo, tres veces superior al número total de miskitos que existen en Nicaragua. Hay que tener en cuenta también que de ese total, sólo 22 mil vivían en territorios fronterizos y que de ellos, sólo 8.500 fueron desplazados a asentamientos que no tenían nada que ver con lo que se define como "campo de concentración".


En esa misma revista aparecen más datos sobre las falsedades en las que algunos medios de comunicación participaban "Refiriéndose al discurso de Reagan del 9 de mayo de 1984 sobre la política norteamericana hacia Nicaragua, un periodista de la sección de análisis de una de las más importantes cadenas de periódicos de Estados Unidos, dijo: "Después de la mentira número 17, perdí la cuenta, pero no escribí una sola palabra sobre esto". En esa misma ocasión, otro periodista añadió: "Cuando el Presidente volvió a hablar de la persecución a los judíos, no podía creerlo. Ya habíamos enviado tres equipos a Nicaragua por este asunto y con dificultad lograron encontrar a un judío... Pero esta vez no podíamos volver a hablar sobre ese asunto".


Pero si algo no deberíamos de olvidar es como se financiaba la contrarrevolución. Esta provenía de por lo menos tres fuentes: la CIA, el tráfico de armas a Irán y el tráfico de drogas. Todo esto a pesar de las prohibiciones del Congreso de los Estados Unidos.


Sobre el Irán Gate lo mejor es leer los testimonios de uno de sus ejecutores, el terrorista Posada Carriles quien en esos años ejercía de mercenario en El Salvador y que lo explica con lujo de detalles en "Los Caminos De Guerrero. La red de abastecimiento a la Contra Abril de 1986" (9). Textualmente dice "La carga del avión, unas 80.000 libras, había sido adquirida por el grupo del teniente coronel Oliver North, asesor del Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan en materia de seguridad, que habían creado una red de abastecimiento para apoyar a los Contras. Como bien se sabe, el congreso norteamericano había prohibido al gobierno que le suministrara material bélico a las fuerzas rebeldes en Nicaragua; solamente se permitía la ayuda no letal: uniformes, botas, medicinas, etc. La CIA. que estaba a cargo de este proyecto, veía con muy buenos ojos que un grupo independiente apoyara con armas y municiones a los rebeldes antisandinistas" ... "Se destapa la olla del famoso caso conocido como IRANGATE, en el que la ganancia obtenida por la venta de armas a Irán, fue utilizada para comprar y suministrar pertrechos bélicos a los Contras" ... "¿Quién podía negar que esta era una operación permitida y controlada desde Washington? analicemos: Oliver North era asesor de seguridad del presidente Reagan. Desde la Casa Blanca se establecía comunicación y se daban directrices a nuestros teléfonos. Las máquinas codificadoras y descodificadoras de conversaciones telefónicas estaban restringidas al uso del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos y en cada una de nuestras casas había una. Casi todos, por no decir todos los pilotos, habían volado para la compañía Southern Air, que nos apoyaba con sus costosos aviones L-100 y cuyo personal, pilotos, mecánicos, etc., trabajaban para nosotros; era una compañía que pertenecía a la CIA, o que hacía trabajos para ella. Todos estos elementos indicaban que era muy difícil que Reagan no estuviera al tanto de todo lo ocurrido".

 
En cuanto a la financiación por medio del narcotráfico, también se puede encontrar en la Web Nuestra America.info (10) información bien detallada


El Cartel de Medellín montó una infraestructura en Yucatán para facilitar la introducción de cocaína en los EE.UU. Para esta operación, según documentos hechos públicos por el gobierno estadounidense, relacionados con el caso Irán-Contras, contó con el apoyo de la CIA. Los traficantes de droga colombianos apoyaban económicamente a la Contra a cambio de la vista gorda que hacían las autoridades de aduanas de los EEUU. Según la DEA más de 50 toneladas de cocaína fueron introducidas en Estados Unidos.


Y aún con todas estas realidades, El País seguirá creando la duda ante sus lectores con los cablecitos de la embajada Yanki.


Pero algunos, ni podemos, ni queremos olvidar la agresión criminal que sufrió Nicaragua por parte del gobierno estadounidense y que causo mas de 50.000 muertos, miles de lisiados de guerra y una nación en escombros. Desde la Solidaridad Internacionalista no debemos permitir que aquel crimen contra la humanidad cometido en nombre de la "democracia" imperial quede en el olvido.


La Revolución Sandinista fue un ejemplo de dignidad, de busca de la justicia social, de apuesta por una democracia plena, de Solidaridad entre la gente y ni quiera que el País, ni ningún medio de comunicación farsante vayan a poder manchar lo que con tanta sangre y esfuerzo construyó el pueblo nicaragüense.


En cuanto al premio Ortega y Gasset que le han entregado a Octavio Enríquez pues la verdad que como mínimo sorprende que con la que está cayendo a nivel de acoso a los periodistas en tantos lugares del mundo, se hayan fijado precisamente en Nicaragua. No vamos a entrar en si sus acusaciones son ciertas o no, en Nicaragua existe un estado de derecho tan "creíble" como el del estado español o cualquier país europeo y tendrá que ser la justicia quien decida si Tomas Borges debe de ser condenado. Hasta la fecha solo ruido mediático ha producido el tan laureado trabajo investigativo de Octavio Enríquez.


Lo sorprendente son los argumentos que se utilizan para otorgar el premio. Según el jurado la serie de artículos elaborados por Octavio Enríquez salieron a la luz a pesar de las presiones y amenazas recibidas. Parece que siguiendo los pasos de los EX sandinistas, se quiere dar una imagen de que en Nicaragua se persigue a los medios de comunicación. Cualquiera que llegue a Nicaragua puede comprar los dos periódicos de mayor tirada nacional, La Prensa y El Nuevo Diario y leer en grandes titulares descalificaciones, insultos e improperios contra funcionarios del gobierno, incluido Daniel Ortega. Que sepamos, por todos esos titulares y noticias no ha existido ninguna detención a periodistas, ni siquiera acusación ante el juez por injurias, ningún medio ha sido clausurado, ninguna edición de periódicos ha sido censurada, Nicaragua es con diferencia el país con mayor libertad de expresión de toda la región y nada tiene que envidiar a las "democracias" occidentales, en Nicaragua cada quien dice lo que le da la gana. Si lo comparamos con nuestra "democracia" española, donde periódicos como Egunkaria son retirados de la circulación y siete años después la Audiencia Nacional absuelve por falta de pruebas delictivas a sus directivos, pues quizás habría que pensar que los nicas nos podrían dar lecciones de libertad de prensa.


Pero además, gran parte de estas investigaciones periodísticas contra funcionarios del gobierno sandinista son financiadas con fondos de la "cooperación" extranjera. Según la pagina Web del IEEPP (Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas) (11) más de US$ 250.000 fueron entregados por el Fondo de Apoyo al Periodismo de Investigación, dentro del programa "Vida en Democracia" financiado por Dinamarca, Finlandia, Suecia y Gran Bretaña.


De estos US$ 250.000, Carlos Fernando Chamorro, antiguo director de Barricada (el periódico del FSLN en los 80’) y hoy en día líder de la oposición mediática al Frente Sandinista y uno de los impulsores del periodismo "investigativo" contra funcionarios del gobierno solamente, recibió US$ 91.184,25 para financiar sus medios de comunicación "Esta Semana" y "Confidencial", en total realizó 51 trabajos de periodismo de "investigación". Otros US$ 67.000 fueron repartidos a El Nuevo Diario y La Prensa para hacer investigaciones de esas que después "premiaron".


Mientras esto pasa en Nicaragua, en 2010 más de 15 periodistas fueron asesinados en Honduras simplemente por informar. Pero para el Grupo Prisa, seguro que en Honduras la profesión de periodista se puede ejercer sin ninguna "presión" y "amenaza". Podríamos hablar también de casos en México, Colombia y otros países donde ejercer la profesión de periodista supone jugarse la vida. Pero a saber porque, a los ilustrísimos del Grupo Prisa les intereso más una historia de Nicaragua que seguro que si se dan una vuelta por cualquier comunidad del estado español la pueden encontrar a patadas.


Faltan todavía 7 meses para las elecciones de Nicaragua, pero está claro que desde algunos medios de comunicación, a los que seguro se sumaran algunas organizaciones no gubernamentales, sociales y políticas del estado español, tienen clara la estrategia, deslegitimar la candidatura de Daniel Ortega. Para ello, vale todo. Manipular la historia, injurias, mentiras, medias verdades, premios y reconocimientos a opositores del gobierno, todo vale con tal de que la candidatura de Daniel Ortega esté en entredicho aún antes de que se produzcan las elecciones. Quizás y peor para ellos, todo se deba a que las mayorías de las encuestas realizadas hasta la fecha dan una victoria del FSLN con una amplia mayoría para las elecciones del 6 de Noviembre.


Notas:


1:http://www.elpais.com/articulo/internacional/buscados/EE/UU/sandinismo/antidemocratico/corruptor/elpepuint/20110403elpepuint_2/Tes
2:http://www.elpais.com/articulo/internacional/Daniel/Ortega/lista/estadounidense/buscados/elpepuint/20110401elpepuint_10/Tes
3:http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Premio/valor/periodista/elpepisoc/20110412elpepisoc_5/Tes
4:http://www.elpais.com/articulo/internacional/Triologia/buscados/EE/UU/Nicaragua/Frente/Sandinista/Liberacion/Nacional/FSLN/elpepuint/20110403elpepuint_3/Tes)
5:http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cable/jueces/sandinistas/ponen/libertad/narcos/cambio/dinero/elpepuint/20101206elpepuint_37/Tes
6:http://www.elpais.com/articulo/internacional/EE/UU/Chavez/narcotrafico/financian/Nicaragua/Ortega/elpepuint/20101206elpepuint_36/Tes
7: http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Nicaragua_contra_Estados_Unido
8: http://www.envio.org.ni/articulo/504
9: http://www.latinamericanstudies.org/book/caminos-guerrero-23.htm
10:http://www.nuestraamerica.info/leer.hlvs/2887

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