Chuayffet en la SEP, ¿confrontará a
la cacique Gordillo o ambos se entenderán fácil?
Pedro Echeverría V.
1. Hoy se dio a conocer el
gabinete o los nombres de los secretarios del gobierno de Enrique Peña Nieto
que asumirá el cargo de presidente de la República entre unas horas. No hubo
sorpresas porque ya los medios de información habían adelantado la mayoría de
los nombres. Para mí lo más sonado fue la inclusión en ese gabinete del PRI de
Rosario Robles, ya que tuve amistad con ella cuando fue maoísta siendo
estudiante y después profesora en la Facultad de Economía; luego presidenta del
PRD, después jefa del gobierno del DF, más adelante amiga de un gran
delincuente capitalista y hoy alta jerarca del gabinete del PRI de Peña Nieto.
Ni es la primera ni será la última de los políticos con ese funesto historial,
ya otras la han igualado y otros más la han superado pasando de la izquierda,
al PRI y al PAN y viceversa. Pero obviamente esos saltimbanquis de
izquierdistas sólo tuvieron el nombre porque en sus venas siempre corrió la
sangre del oportunismo.
2. Pero en el gabinete
están otros personajes muy conocidos por los cargos ocupados. Me interesa
comentar hoy al designado en educación, el señor Emilio Chuayffet que es un
personaje que ha ocupado toda la escalera política, entre ella, los peldaños de
Gobernador del estado de México y secretario de Gobernación, cargo que
desempeñaba cuando fue la matanza de Acteal en 1998. Luego entre enfermedades y
retiros por el año 2004 se publicó acerca de una bronca seria, fuerte, entre el
hoy designado secretario de Educación, Emilio Chuayffet y la mismísima líder
vitalicia del Sindicato (SNTE) Esther Gordillo. Muchos recuerdan que aquel año
los ánimos estaban muy caldeados, muy crispados, tanto del Presidente Fox
contra López Obrador, como de Madrazo contra Montiel, Fox buscaba la
candidatura del PAN para su esposa Sahagún o para Creel, la Gordillo además de
la secretaría general del PRI se adjudicó la coordinación de los diputados y
luego la misma Gordillo se enfrentó a Madrazo.
3. En 2004 no había un
personaje más poderoso que la Gordillo que además peleaba la FETSE y estaba creando
su partido político (PANAL) Gordillo se convirtió en la lideresa del grupo
parlamentario; se alió con los salinistas –Miguel Ángel Yunes, Francisco Rojas,
Francisco Suárez Dávila y Claudia Ruiz Massieu, entre ellos– y protegió a un
grupo de jóvenes legisladores entre quienes estaban Miguel Ángel Osorio Chong,
José Reyes Baeza, Roberto Campa y Rafael Moreno-Valle. Pero el liderazgo de
Gordillo se desplomó en el 2004 luego de que los legisladores priístas fueran
forzados a dar su aval a la propuesta fiscal foxista, que implicaba la
imposición de IMPI –el antecesor del IETU– y otros cambios legales que se
anteponían a los estatutos del PRI. La revuelta contra la Gordillo, según se
sabe, tuvo a Chuayffet como protagonista, quien de plano en una plenaria encaró
a la maestra y le reclamó: “somos tus pares, no somos tus maestritos”.
4. Arropada solo por sus
leales, Esther Gordillo terminaría a la cabeza de un grupo “independiente” de
diputados y a la postre, sería expulsada del PRI. Chuayffet, por su parte, quedaría
como coordinador de la bancada y de inmediato removería a los gordillistas de
las comisiones más importantes; entre ellos a Campa y a Yunes, quienes
públicamente lo confrontaron. Campa luego sería el candidato presidencial del
PANAL y hoy miembro del gabinete de Peña y Yunes director del ISSSTE impuesto
por la Gordillo y candidato (derrotado) al gobierno de Veracruz. Así que
Chuayffet y Gordillo quizá mantienen el mismo peso político y pueden
confrontarse, pero lo más seguro es que como altos políticos se entiendan y se
abracen. La pregunta es entonces: ¿Podrá caminar adecuadamente la educación en
México con ese par de personajes a fin de que deje de ocupar la posición 100
entre 144 países dl mundo?
5. Los señores Chuayffet y
Gordillo han venido ocupando cargos políticos desde los años setenta; son
viejos en el negocio y la “grilla”, como dicen en México. Tomaditos de la mano
podrían lograr un fuerte gran control educativo y hacer avanzar algunos
aspectos en la educación. Pero sólo algunas cosas de “arribita”, algunos
cambios notables que pudieran servirles de propaganda. Porque hablar hoy de
cambios educativos profundos en medio de la gigantesca miseria, del enorme
desempleo, del profundo proceso de privatización y del estancamiento del
presupuesto educativo, es caer en la demagogia más barata. El neoliberalismo
privatizador que lleva más de tres décadas terminó de desplomar la educación
mexicana. Los estudiantes y padres de familia en el campo y en las zonas
miserables de las grandes ciudades están a punto de mandar al carajo la
educación nacional porque no tienen medios para aprovecharla.
6. Si Peña Nieto les ordena
a los dos viejitos y enfermitos que hagan las paces y se tomen de la mano,
podrían iniciar algunos cambios; pero la educación hoy –para componerse y
agarrar su ritmo- requiere de revoluciones en todos los frentes, comenzando con
el desayuno y la comida de todos los niños de México, la atención de los
problemas magisteriales (económicos y de actualización y capacitación), de
cambios de planes y programas y un total freno al proceso de privatización.
Pero el otro problema es que Chuayffet es un político que seguramente está de paso
en la SEP y el próximo año lo veremos ocupando otro cargo, tal como pasó con
sus tres antecesores inmediatos. Pero, ¿qué pasaría de Chuayffet y la Gordillo
no se reconcilian? Pues podría ponerse más interesante para los profesores de
la CNTE en lucha porque el descontento se agudizaría contra el poder.
7. Así que no sabemos qué
estrategia instrumentarán el nuevo secretario de la SEP y la vieja líder
sindical. La Coordinadora (CNTE) tiene que preparar su estrategia de lucha a
partir de lo que observen. Pero nunca debemos confiarnos ni tampoco dejar de
movilizarnos y de profundizar la propaganda ideológica. Es necesario convencer
a los padres de familia y a la opinión pública acerca de las razones que
tenemos los profesores del país que a diario confrontamos la problemática de
desigualdad social en el país. Podríamos decir que los 12 años panistas fueron
12 años de fracasos educativos; pero no debemos olvidar que también los
gobiernos priístas, por lo menos desde De la Madrid, frenaron el presupuesto
educativo y avanzaron en la privatización. (30/XI/12)
Consulta Blog: http://pedroecheverriav.wordpress.com
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