Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

domingo, 24 de febrero de 2013

MONIMBÓ Y CAMILO




MONIMBÓ Y CAMILO

Marcio Vargas




Era un día como este hace ya 35 años.



El fuego desde helicópteros en sofisticadas bombas moztaza regaladas por los dictadores argentino, llovía sobre Monimbó.



En en el canto de una puerta, a unos metros, cerca de la sede de la Cruz Roja, veíamos caer a niños y viejitos, que lanzaban bombas artsanales con sus manos hacia los soldados de élite de la Guardia Nacional de los Somoza.



La sangre salpicaba a Magdalena.



Niños desde ventanales del Salesiana, con fusiles calibre ,22, resistían.



Nunca vi más cerca a Sandino con armas surgidas del ingenio de la tierra y de la nicaraguanidad, como lo veía ahora.



Nunca me había sentido más orgulluso de ser nicaragüense sandinista que en aquel momento.



Jovencito periodista me daban ganas de estar armado con potentes cañones y derribar así a los horribles helicópteros.



Monimbó combatíó por día, y cuando la sangre se escurría por sus cunetas y ya no había resistencia, los GN entraron a sus anchas.



En la Cruz Roja no podían evacuar a los heridos, entre ellos personas sin manos por haber fallado en el rito banboleante  y suave de las bombas de contacto.



Cuando ya no hubo nada que tirar le a los guardias, los monimboseños les lanzaban cohetería de fiestas patronales y hasta de colores.



Avanzamos los periodistas poco a poco y fuimos rodeando la escena del combate.



Llegamos hasta a pocos metros de Los Sabogales.



Ahí despegaba un helicópetro.



"Se llevaron a los muchachos muy heridos...los van a matar", dijo un viejo, más viejo que la obsidiana.



Uno de esos muchachos, alto y flaco, se llamaba Camilo Ortega Saavedra.



Volvimos sorteando tubos y cañonazos de tanques Sherman. El Sherman..., el general Sherman de la guerra de secesión en USA, quien llegó a odiar la guerra, prestaba su nombre para esas máquinas de matar.




Nos apuntó uno de ellos, Nuestro vehículo se detuvo. No tuvimos tiempo de enconmendarnos al Señor.-



Pero unos muchachitos solitarios y ailados en el segundo piso de una tienda, dispararon cuatro o cinco tiros contra el tanque, quien se desentendió de nosotros y apuntó su cañón hacia el sitio de donde provenían los tirios. Ellos seguramente murieon con semejantes explosiones.



Nosotros salvamos la vida gracias a ellos, pues el vehículo nuestro tomó velocidades casi siderales de tanto miedo y cuando vimos, ya estábamos cerca del Coyotepe, rumbo hacia Managua, como almas perseguidas por el diablo, para tratar de reportar lo que pudo haber sido una reedición de las Termópilas. Cientos de Leónidas cayeron en Monimbó.



Como Leónidas cayó Camilo, torturado y asesinado en el interior del helicóptero mientras volaba hacia Managua.



Sus familiares, recuerdo a una hermana suya de nombre Germania, creo, reconocieron el cadáver deshecho en la morgue. Entre lágrimas apretadas de dolor y coraje en sus mejillas.



Desde entonces le llamaron sus compañeros El Apóstol de la Unidad.



El corazón de obsidiana de Monimbó se tiñó de la sangre pura de Camilo.



Eso creo que sucedió el 26 de febrero de 1978.



Todavía el amanecer se veía largo.



Los hermanos de Camilo siguieron el combate.



Uno de ellos, Daniel, sigue aún hoy en la lucha diaria revolucionaria de construir una nación digna de Sandino.



Una vez, el 1 de marzo de 100', mientras hablaba con periodistas sobre la derrota electoral, vi cómo Daniel suspendía su alocución por varios minutos. Lloraba y no quería que se vieran sus lágrimas. En torozón del dolor en la garganta. Tuvimos que aplaudirle largo rato para que se sintiera mejor. y continuara platicando con nosotros.



De la misma madera de Camilo está hecho Daniel.


Él es ahora nuestro presidente, nuestroi hermano, nuestro compañero, nuestro amigo.



Patria y Libertad...


Siempre PLOMO*



*PLOMO: PATRIA LIBRE O MORIR.




1 comentario:

  1. Después dee tantos años de lucha, aun nos parece increible como un grupo de muchachos y muchachas armados de fusiles de un tiro, escopetas, pistolas, bombas de contacto; pudimos con ayuda de nuestro pueblo de hombre y mujeres campesinos, obreros, comerciantes, pequeños productores colaboraron con el FSLN...
    La lucha de Sandino, Carlos, Camilo, Nelson , Juana Elena, Justo, familia Guilen González, Castillo Gonzále, los Cordobas de Canta Gallo, los que no recordamos, los que recordamos, los vivos, los desaprecidos, los muertos, los hijos, las hijas, la mujeres, las madres, los padres, todos todas las que perdimos y ganamos amigos compañeros, hermanos......
    VIVAN NUESTROS HEROES Y MARTIRES, VIVA CAMILO, VIVA DANIEL, VIVA EL FSLN..............

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