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lunes, 29 de febrero de 2016

Las crisis de la izquierda latinoamericana


Las crisis de la izquierda latinoamericana
Por Emir Sader

Se puede decir que hay dos izquierdas en América latina y que ambas padecen de crisis, cada una a su manera. Una es la que llegó a los gobiernos. Empezó procesos de democratización de las sociedades y de salida del modelo neoliberal y hoy se enfrenta a dificultades –de distinto orden, desde afuera y desde adentro– para dar continuidad a esos procesos. La otra es la que, aún viviendo en países con continuados gobiernos neoliberales, no logra siquiera constituir fuerzas capaces de ganar elecciones, llegar al gobierno y empezar a superar el neoliberalismo.

La izquierda posneoliberal ha tenido éxitos extraordinarios, aun más teniendo en cuenta que los avances en contra de la pobreza y la desigualdad se han dado en los marcos de una economía internacional que, al contrario, aumenta la pobreza y la desigualdad. En el continente más desigual del mundo, cercados por un proceso de recesión profunda y prolongada del capitalismo internacional, los gobiernos de Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador han disminuido la desigualdad y la pobreza, han consolidado procesos políticos democráticos, han construido procesos de integración regional independientes de Estados Unidos y han acentuado el intercambio Sur-Sur.

Mientras tanto las otras vertientes de la izquierda, por distintas razones, no han logrado construir alternativas a los fracasos de los gobiernos neoliberales. Los casos de México y de Perú son los dos más evidentes, mostrando incapacidad, hasta aquí, de sacar lecciones de aquellos otros países, para adaptarlas a las condiciones específicas de los suyos.

¿En qué consiste la crisis actual de las izquierdas que han llegado al gobierno en América latina? Hay síntomas comunes y rasgos particulares a cada país. Entre aquellos están la incapacidad de contrarrestar el poder de los monopolios privados de los medios de comunicación, aún en los países en que se han aprobado leyes y medidas concretas para quebrar lo que es la espina dorsal de la derecha latinoamericana. En cada uno de esos países, en cada una de las crisis enfrentadas por esos gobiernos, el rol protagónico ha sido de los medios de comunicación privados, actuando de forma brutal y avasalladora en contra de los gobiernos, que han contado con sus éxitos en el gobierno y con un amplio apoyo popular.

Ellos han escondido los grandes avances sociales en cada uno de nuestros países, los han censurado, han tapado las vidas nuevas que los procesos de democratización social han promovido en la masa de la población. Por otro lado, destacan problemas, aisladamente, dándole proyecciones irreales, difundiendo incluso falsedades, con el propósito de deslegitimar las conquistas logradas y la imagen de sus líderes, ya sea negándolas, ya sea intentando destacar aspectos secundarios negativos de los programas sociales.

Los medios han promovido sistemáticamente campañas de terrorismo y de pesimismo económico, buscando bajar la confianza de las personas en su propio país. Como parte específica de esa operación están las sistemáticas denuncias de corrupción, tanto a partir de casos reales a los que han dado proporción desmesurada, como en los casos de denuncias inventadas, por las cuales no responden cuando son cuestionados, pero los efectos ya han sido producidos. Las reiteradas sospechas sobre el accionar de los gobiernos produce, especialmente en sectores medios de la población, sentimientos de crítica y de rechazo, a los que pueden sumarse otros sectores afectados por esa fabricación antidemocrática de la opinión pública.

Sin ese factor, se puede decir que las dificultades tendrían su dimensión real y no serían transformadas en crisis políticas, movidas por la influencia unilateral que los medios tienen sobre sectores de la opinión pública, incluso de origen popular.

No es que sea un tema de fácil solución, pero no considerarlo como un tema fundamental a enfrentar es subestimar la mayor debilidad de la izquierda: la lucha de las ideas. La izquierda ha logrado llegar al gobierno por el fracaso del modelo económico neoliberal, pero ha recibido, entre otras herencias, la hegemonía de los valores neoliberales diseminados en la sociedad. “Cuando finalmente la izquierda llegó al gobierno, tenía perdida la batalla de las ideas,” dijo Perry Anderson. Tendencias a visiones pre-gramscianas en la izquierda han acentuado formas de acción tecnocráticas, que creyeron que hacer buenas políticas para las personas bastaría para producir automáticamente una conciencia correspondiente de apoyo a los gobiernos. Se ha subestimado el poder de acción en la conciencia de las personas de los medios y de los efectos políticos de desgaste de los gobiernos que esa acción promueve.

Otro factor condicionante, en principio a favor, después en contra, fue el relativamente alto precio de las commodities durante algunos años, de que los gobiernos se aprovecharon, pero no para promover un reciclaje en los modelos económicos para que no dependieran tanto de esas exportaciones. Para ese reciclaje habría sido necesario formular y empezar a poner en práctica un modelo alternativo basado en la integración regional. Se ha perdido un período de gran homogeneidad en el Mercosur, sin que se haya avanzado en esa dirección. Cuando los precios bajaron, nuestras economías sufrieron los efectos, sin tener cómo defenderse, por no haber promovido el reciclaje hacia un modelo distinto.

Habría que haber comprendido también que el período histórico actual está marcado por profundos retrocesos a escala mundial y que las alternativas de izquierda están en una posición defensiva. De que lo que se trata en este momento es de salir de la hegemonía del modelo neoliberal, de construir alternativas apoyándose en las fuerzas de la integración regional, en los Brics y en los sectores que dentro de nuestros países se suman al modelo de desarrollo económico con distribución de renta, priorizando las políticas sociales.

En algunos países no se ha cuidado debidamente el equilibrio de las cuentas públicas, lo cual ha generado niveles de inflación que han neutralizado en parte los efectos de las políticas sociales, porque los efectos de la inflación recaen sobre los asalariados. Los ajustes no deben ser trasformados en objetivos, pero sí en instrumentos para garantizar el equilibrio de las cuentas públicas y eso es un elemento importante del éxito de las políticas económicas y sociales.

Aunque los medios hayan magnificado casos de corrupción, no se puede negar que no hubo control suficiente de parte de los gobiernos respecto al uso de los recursos públicos. El tema del cuidado absoluto de la esfera pública debe ser sagrado para los gobiernos de izquierda, que deben ser los que descubran eventuales irregularidades y las penalicen, antes que sean los medios opositores quienes lo hagan. La ética en la política tiene que ser un patrimonio permanente de la izquierda. La transparencia absoluta en el manejo de los recursos públicos tiene que ser una regla de oro para los gobiernos de izquierda. El no haber actuado siempre así hace que los gobiernos paguen un precio caro, que puede ser un factor determinante para poner en riesgo la continuidad de esos gobiernos, con daños gravísimos para los derechos de la gran mayoría de la población y para el destino mismo de nuestros países.

Otro problema de esos gobiernos es que el rol de los partidos oficialistas no ha sido bien resuelto en prácticamente ninguno de esos países. Como los gobiernos tienen una dinámica propia, incluso de alianzas sociales y políticas, de centroizquierda en varios casos, esos partidos debieron representar el proyecto histórico de la izquierda, pero no han logrado hacerlo, perdiendo relevancia frente al rol preponderante de los gobiernos. Así se debilita la reflexión estratégica que va más allá de las coyunturas políticas, la formación de cuadros, la propaganda de las ideas de la izquierda y la misma lucha ideológica.

Nada de eso autoriza a hablar de fin de ciclo. Las alternativas a esos gobiernos están siempre a la derecha y con proyectos de restauración conservadora, de carácter netamente neoliberal. Los gobiernos posneoliberales y las fuerzas que los han promovido son los elementos más avanzados de que los que dispone la izquierda latinoamericana actualmente. Funcionan también como referencia para otras regiones de mundo, como España, Portugal y Grecia, entre otros.

Lo que estamos viviendo es el final del primer período de la construcción de modelos alternativos al neoliberalismo. Ya no se podrá contar con dinamismo del centro del capitalismo, ni con precios altos de las commodities. Las clave del paso a un segundo período tienen que ser: profundización y extensión del mercado interno de consumo popular; proyecto de integración regional; intensificación del intercambio con los Brics y su Banco de Desarrollo.

Además deben ser superados los problemas apuntados anteriormente. Antes que nada se impone crear procesos democráticos de formación de opinión pública y dar la batalla de las ideas, cuestión central en la construcción de una nueva hegemonía en nuestras sociedades y en el conjunto de la región.

Hay que construir un proyecto estratégico para la región, no solo de superación del neoliberalismo y del poder del dinero sobre los seres humanos, sino también de construcción de sociedades justas, solidarias, soberanas, libres, emancipadas de todas las formas de explotación, dominación, opresión y alienación.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-293340-2016-02-27.html

Las enfermedades del yo

29/02/2016

Las enfermedades del yo

Ciertas enfermedades forman parte de un nuevo estado de existencia, cuerpos y mentes sumisos donde el yo ha roto el proyecto democrático del nosotros emancipador
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Cada día, en primera persona, el yo gramatical es utilizado cientos de veces para designar estados de ánimo, afirmar nuestra identidad y expresar opiniones o sentimientos. Es un acto voluntario, que si no prestamos atención se hace imperceptible al oído. No somos conscientes de su protagonismo. No se dice estoy cansado, viajaré en autobús, estoy enfadado, caminaré, hablaré por teléfono. En su lugar se antepone el yo, enfatizando el sentido individual de la acción. Una especie de necesidad enfermiza. Yo estoy cansado, yo estoy contento, yo iré al cine, yo pienso, etcétera. La presencia del yo se convierte en personaje único y redundante.

En la medida en que la economía de mercado avanza, el neoliberalismo, doctrina que le da sustento, despliega su poder erigiendo sus valores, normas e instituciones. La dominación ideológica cumple su papel. Lo que en principio entendimos como virtud, el proceso de secularización, se ha convertido en excresencia del capitalismo. La separación de lo público y lo privado, lo social y lo individual, se utiliza como excusa para desarrollar conductas inhibitorias de la conciencia, apuntalar el individualismo y facilitar el retorno del idiota social. Todo ello recubierto de pragmatismo y una nueva manera de pensar, consistente en tener exclusivamente pensamientos positivos. Se trata de crear mecanismos compensatorios, soslayando, cuando no, huir de la responsabilidad ciudadana de participar en la vida política y social. Si la realidad es conflictiva, mejor excluirla de nuestro campo de condiciones. Sálvese quien pueda, pero yo primero.

El pensamiento positivo, considerado en la actualidad el punto de llegada del nihilismo, se impone en todos los aspectos de la vida. El autoengaño se perpetúa para hacerlo viable. Los problemas no son sociales, sino individuales, y sólo yo tengo la culpa de vivirlos. El problema es de actitud. No por casualidad hoy proliferan los coach, los gurús, los entrenadores personales y, con ellos, los cursos para tener éxito, ganar dinero y romper el círculo negativo de la frustración. En otras palabras, no tire balones fuera ni culpe a nadie. Usted tiene la llave para triunfar, ser millonario, conseguir la fama y superar obstáculos. Sólo debe tener una actitud positiva. Autoexplotarse, convencerse de un sonoro sí se puede. Repita varias veces al día yo, yo, yo, yo y sólo yo soy capaz de enfrentarme a todo cuanto me pase y ser triunfador. Soy positivo. Si no lo consigue, el suicidio se convierte en realidad aplastante.

Por tanto, usted no tiene derecho a protestar, indignarse, pedir explicaciones por la corrupción, demandar derechos, mejor sanidad, educación. Nada de ello lo hará feliz. Si tiene cáncer, no saca nada con enfadarse. Siéntase contento. Es un privilegiado. La enfermedad le permite vivir la vida de manera diferente. Un don de Dios.

Mejor deshacernos de la negatividad y considerarnos sobrevivientes. No se preocupe si se muere. Hizo lo que tenía que hacer. La gente guardará un buen recuerdo. Igualmente, si nos despiden, no se queje. No discuta. Tómelo como opción para cambiar de vida. Una posibilidad de hacer lo que quiere. Sea positivo. Si lo desahucian, le quitan su casa, no puede pagar la hipoteca, no se preocupe. Así tendrá ocasión de mudarse de barrio, tener nuevas amistades y rehacer su vida. Sea positivo. Si le afectan las noticias sobre el hambre en el mundo, las guerras, la violencia sexista, la esclavitud, el tráfico de armas, el crimen organizado, etcétera, no se complique. La solución está en su mano. No vea las noticias que alteran su biorritmo. Deje de leer periódicos, apague el televisor y busque informaciones que le suban la moral. Por ejemplo, un niño salva a su perro de morir ahogado; una mujer amamanta a un bebé de su vecina; una persona recobra el conocimiento tras años de estar en coma; la primavera se adelanta y los almendros están en flor.

Sólo usted, céntrese en sus objetivos, no se distraiga ni distraiga a nadie. Eso sí, utilícelos en su beneficio. Tenga pensamientos alegres, placenteros. No se preocupe de lo que pasa en el mundo. Desconecte. Evite las malas sensaciones. Huya de personas que le cuentan problemas y buscan ayuda. Usted no tiene nada qué decirles. Sólo lo pueden amargar. Si es su esposa, o sus hijos, pida el divorcio. En definitiva, la crisis es una opción, una oportunidad, nunca un obstáculo. Si fracasa, es su culpa.

Las enfermedades del yo tienen en el pensamiento positivo su explicación. Soy culpable de todo cuanto me pasa. Incapaz de ser positivo, mi negatividad me ha bloqueado. No conseguí superar el cáncer, fui negativo y eso me lleva a la muerte. Me despidieron por levantar la voz, fui subversivo. Pedí responsabilidades a las autoridades políticas, me detuvieron y encarcelaron. Fui protestón.

Ahora soy infeliz, me siento frustrado y, peor, fracasado. Pero siempre hay otra salida: ser positivo. Todo está en mi interior. Debo ser fuerte. No por casualidad ciertas enfermedades proliferan, desde la anorexia, el estrés, la depresión y la impotencia sexual, hasta la bulimia. Todas forman parte de un nuevo estado de existencia, cuerpos y mentes sumisos donde el yo ha roto el proyecto democrático del nosotros emancipador. El sistema inmunológico se muestra ineficaz, como en el cáncer. Son nuestras células las que lo producen. El neoliberalismo nos cala la mente y, desde luego, hasta la muerte.

La Jornada

Texto completo en:

http://www.lahaine.org/las-enfermedades-del-yo

sábado, 27 de febrero de 2016

Evo: ¿un gobierno radical y desde abajo?

26/02/2016

Evo: ¿un gobierno radical y desde abajo?

Será fundamental profundizar en la experiencia de socialismo comunitario. Fomentar la democracia participativa mediante el fortalecimiento de las organizaciones sociales
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El pasado 21 de febrero el pueblo de Bolivia fue llamado a las urnas. En esta ocasión el órgano ejecutivo preguntaba: “¿nos dais permiso para modificar el artículo 168 de la Constitución Política del Estado Plurinacional?” Dicho artículo dice así: “el periodo de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”. Es decir, lo que se preguntaba es si el Presidente Evo Morales Ayma y el Vicepresidente Álvaro García Linera podrían volver a presentarse como candidatos en las próximas elecciones de gobierno en 2019. La pregunta en la papeleta de votación se encontraba en los siguientes términos: “¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?”

Por lo pronto, se nota que por esta parte del mundo las cosas se hacen de otra manera. En el Estado español, por poner un ejemplo, la Constitución se cambia en un despacho y a puerta cerrada sin temor a la insurrección del pueblo; pues los atrevidos y atrevidas que sí abrirán la boca hace tiempo cayeron en un saco que los medios de comunicación hegemónicos denominaron antisistema. Un prototipo, a día de hoy, denostado por esa clase que, olvidándose de sus orígenes, decidió hipotecarse por un bienestar de sillón de noche y centro comercial de fin de semana, a cambio de vender durante toda la vida su fuerza de trabajo.



La consulta al pueblo no admitía sombras, ni argumentos, ni restricciones. La pegunta a la que se expusieron los bolivianos y las bolivianas se respondía con un 'SI' o un 'NO'. Sabido es que cualquier monosílabo es un mal comunicador, pero con todo, por este mal comunicacional pasa una de las mejores democracias de los mal llamados países democráticos. Por contra, en Bolivia el referéndum constitucional ha estado posicionado en todos los espacios, públicos y privados, populares y oligárquicos, en forma de debates, pintadas o camisetas. El pueblo ha tenido que buscar dentro de sí los sentimientos y las razones que le llevarían a votar a favor o en contra de la reelección del Presidente. Un presidente que afirma “Bolivia es mi vida y el pueblo boliviano mi familia”. Un presidente de rostro indígena que creció en el campo y que se curtió en la lucha sindical cuando los gobiernos neoliberales siervos a EEUU querían, hipócritamente, erradicar la hoja de coca en la región del Chapare castigando a los pequeños productores mediante la política de erradicación forzosa.

Para la historia oficial de las clases dominantes hablar de Bolivia es hablar desde el ángulo de la riqueza, el poder, el éxito, la explotación y el monopolio. La contraparte, la clase subalterna, dialoga bajo otras lógicas, desde la Bolivia de la colonización, despojada, masacrada, humillada, patriarcalizada, donde hubo miles de millones de desapariciones y muertes. Acontecimientos históricos que hablan de lucha de clases y rebelión. De esa resistencia acumulada durante siglos y por esa resistencia nace la contrahegemonía del siglo XXI en esta región andina.

Las dictaduras sangrientas prepararon el terreno a los gobiernos neoliberales, que en 1985 aprueban el Decreto Supremo 21060 y el Plan de Ajuste Estructural, facilitando la entrada de Inversión Extranjera Directa (IED); lo llamaron capitalización, eufemismo de privatización, lo que generó el caldo de cultivo para la acumulación de otro tipo de capital: la construcción de tejido social. En 2000 estalla la Guerra del Agua en Cochabamba. Una inédita victoria popular le da al pueblo una fuerza inmensa al conseguir revertir el contrato de privatización con el consorcio empresarial Aguas del Tunari. En 2003 se produce una sublevación a nivel nacional contra el Impuestazo y meses más tarde la Guerra del Gas en la ciudad de El Alto, que acaba con la huida del país del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. De esta lucha nace la Agenda de Octubre, conformada por el Pacto de Unidad entre diferentes organizaciones sociales, y que demanda una nueva Constitución, la nacionalización de los hidrocarburos y la refundación del estado.

Toda esta resistencia avecinaba cambios de calado para la sociedad boliviana. Y aquí es donde aparece en escena el Movimiento al Socialismo (MAS), con Evo Morales de referente. Se suele afirmar que este gobierno es el gobierno de los movimientos sociales. Desde sus inicios no fue un partido político convencional. Se trataba de un Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (IPSP), un instrumento para la toma del poder y de las instituciones que en 2005 consigue su objetivo. Evo Morales Ayma se convierte en el primer presidente indígena-campesino de la historia de Bolivia. Las demandas de la Agenda de Octubre son recogidas y ampliadas por el MAS en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), que además de la constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos plantea la reforma agraria y políticas distributivas y sociales. Una Bolivia “digna, soberana, productiva y democrática”.

El país sufre una conmoción sociopolítica de enormes matices simbólicos. Por primera vez el sujeto indígena-campesino se consolida, no solo como vanguardia política, sino como sujeto capaz de la toma del poder por medio de las urnas, ese invento liberal. Quizás ahí comience la primera contradicción: un gobierno de carácter nacional, popular e indígena, con un apoyo masivo de diferentes movimientos sociales, inserto en una estructura institucional demócrata-liberal creada para mantener los privilegios de una élite burguesa a la que en los últimos años se había puesto en vereda.

El verdadero reto para esta nueva experiencia comenzaba entonces. Para realmente construir un poder que respondiera a las demandas e identidades del pueblo boliviano había que reformar las propias instituciones, comenzando por la ley de leyes, la Constitución. Se llamó a una asamblea constituyente con la participación de diferentes sectores de la sociedad. Tras diversas dificultades, la nueva Constitución Política del Estado se aprueba en referéndum el 25 de enero de 2009. Muchos fueron los avances; sin embargo, y debido a la necesaria negociación con la derecha, la cual generó violentos disturbios en el país, también fueron muchas las deficiencias. El fundamental logro fue la reformulación del Estado de Bolivia, ya no como una República, sino como un Estado plurinacional 1/, convirtiéndose en referente internacional. Por primera vez en la historia, los pueblos originarios tienen voz en la sociedad y las instituciones.

Son muchas las voces, incluso leales al proceso de cambio, que hablan de dos gobiernos del MAS-IPSP, marcando diferencias entre la primera y la segunda gestión. En 2009 se produce la segunda victoria electoral, esta vez con una amplísima mayoría, el 64% de los votos. Esta victoria aplastante consolidaría para muchos una tendencia al institucionalismo y al economicismo, dejando a un lado esa característica inicial de instrumento político y asumiendo una línea más cercana a un partido clásico. Ya al final de la primera gestión se produce el primer conflicto fuerte de la sociedad boliviana con el gobierno de Evo: “el gasolinazo”. En la segunda gestión los desencuentros crecen. El más conocido es el conflicto del TIPNIS, a raíz de un proyecto de construcción de una carretera que atravesaría el corazón de Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure. Un conflicto al día de hoy sin resolver.

No se pueden negar los avances sociales que este gobierno ha implementado desde su llegada. Uno de ellos es el mencionado carácter plurinacional, pero hay otros:

La nacionalización de los hidrocarburos 2/ y del sector eléctrico, junto con un largo periodo de alza de los precios de las materias primas, ha permitido una redistribución basada en bonos para la infancia, la mujer, los pensionistas y mejora en obras públicas.

Se ha reducido la extrema y moderada pobreza, posibilitando que muchos sectores se incorporen a una clase media en aumento.

La reformulación de la reforma agraria de 1996 (ley INRA), mediante la aprobación de decretos como el de “Reconducción comunitaria de la reforma agraria”, ha permitido un reparto de tierras a comunidades indígenas, campesinas y originarias sin tierra o con tierras insuficientes, mejorando sus precarias condiciones.

En materia de soberanía, se han sentado unas bases impensables hace unos años para un país que es, en palabras de Rafael Puente, “el más fuertemente neocolonial de Sudamérica”; donde las empresas transnacionales y los EEUU lo tomaban como su cortijo. El Estado ha recuperado su papel de promotor y protagonista del desarrollo económico, implementando una política de control que la inversión extranjera debe respetar.

Se puede decir sin temor a equivocarse que este gobierno ha sido el mejor gobierno de la historia de Bolivia. Pero si obviáramos algunas apreciaciones y críticas, aun siendo dolorosas, haríamos un flaco favor a los intentos de construcción de procesos revolucionarios. Como internacionalistas en busca de voces y experiencias en lucha por la dignidad y la soberanía, bajo la premisa de que cualquier crítica constructiva al proceso sólo debería beneficiarlo y desde el respeto absoluto y la admiración que ya desde la distancia sentíamos hacia el mismo, nos permitimos hacer algunas valoraciones a raíz de las reuniones y las entrevistas realizadas durante los últimos cuatro meses a múltiples sectores y personalidades de la sociedad boliviana.

A 10 años del proceso, se puede hacer una retrospectiva que permite afirmar que:

- Si bien se han mejorado las condiciones de vida de gran parte de la población, estas mejoras se han producido en base a una recuperación parcial en la soberanía de algunos recursos naturales, en la distribución de un excedente acumulado en una coyuntura económica favorable, y a través de bonos que si bien cumplen una función social transitoria importante para paliar el problema, no lo solucionan de raíz.

- Si bien se ha disminuido la pobreza, no se han tocado las estructuras socioeconómicas que reviertan el desigual reparto de la riqueza. A pesar de la enorme estabilidad económica de la última década, la mayor del continente.

- Si bien la reforma agraria ha significado una distribución de tierras para el sector indígena-campesino, no ha tocado los intereses de los latifundistas agroindustriales del oriente cruceño. La tenencia de la tierra sigue siendo favorable para el latifundio, que sigue ampliando la frontera agrícola a favor de la agronegocio.

- Si bien el proceso de nacionalización ha recuperado la soberanía económica nacional, no se ha logrado modificar el patrón productivo. El modelo primario exportador fuertemente extractivista sigue siendo la base de la economía. Además, las empresas transnacionales todavía tienen una importante presencia en el país.

- Si bien se habla de plurinacionalidad, los procesos de autonomía y autorrepresentación indígena se encuentran debilitados; con una sola autonomía indígena en marcha, la del territorio guaraní de Charagua. Igualmente, existe un desequilibrio en la Economía Plural reconocida en la Constitución, siendo minoritaria la economía comunitaria a favor de la estatal, privada o mixta.

Conforme se acercaba el referéndum, hemos observado una fuerte división respecto a la intención de voto. De hecho, son muchas las voces que a pesar de apoyar al MAS, en este asunto se mostraban dubitativas. La oposición de derechas, dividida y debilitada, ha utilizado todas las argucias para desgastar el liderazgo de Evo. Incluso con financiación venida directamente desde Washington, con grandes intereses en suelo boliviano, como han explicado intelectuales como Atilio Borón. Pero en contra del argumento oficialista de que todo el 'NO' es la derecha, hay que decir que nos hemos encontrado con muchos sectores no alineados con ésta que se posicionan en un espacio crítico tanto al gobierno actual como a los anteriores. Esta heterogeneidad del voto por el 'NO' hace que la citada explicación oficialista ayude poco al proceso, pues al boliviano y la boliviana común, crítico y politizado, no le convencen estos argumentos. Flaco favor le hacen a la verdad dichas posturas; por el contrario le apuntan un tanto a la derecha, que con este resultado sale fortalecida. Además, los recientes casos de corrupción vinculados al gobierno reforzaron la dicotomía frente al referéndum. Más allá de argumentos liberales de alternancia política, el pueblo se preguntaba si era saludable una permanencia en el poder del presidente y el vicepresidente.

Hay que señalar la gran debilidad que supone moverse en el marco de los sistemas electoralistas. La enorme maquinaria puesta en marcha para garantizar la permanencia supone una pérdida de fuerza abismal que ningún gobierno de estas características debería pasar por alto. Con tanta energía puesta en este asunto, uno se pregunta si queda mucho tiempo para las reformas estructurales que los pueblos del mundo piden a gritos.

Sería injusto no tener en cuenta que Bolivia ha sido un país enormemente castigado por la colonización y el imperialismo, absolutamente vapuleado por el saqueo de sus recursos naturales, una condición de dependencia que hace imposible revertir esta situación en 10, 20 o incluso 50 años. De modo que no sería adecuado pedirle a Bolivia que se convierta en el superhéroe de la revolución que a todos nos gustaría, y más teniendo en cuenta que se trata de una economía, queramos o no, inmersa y rodeada del sistema capitalista mundial. Pero eso no significa que el proceso no pueda ser sometido a críticas constructivas que puedan ayudar a resolver algunas fallas que para muchos comienzan a ser demasiado evidentes y que pueden llegar a enquistar el proceso.

Al analizar el marco de posibilidades y variables, debemos observar la realidad desde una perspectiva no sólo nacional, sino regional. Nos encontramos en un momento de debilitamiento de los gobiernos progresistas y de intento de restauración neoliberal en la región. Aunque no se pueden meter a todos los procesos llamados progresistas en el mismo saco, conjuntamente representan la construcción de una integración con fundamentales matices antiimperialistas y de recuperación de soberanía, escenario que queda debilitado a raíz de sucesos como los acaecidos en Argentina o Venezuela, y que se agravaría si Bolivia perdiese la soberanía lograda.

El reciente 'NO' en el referéndum no debe representar una derrota para el proceso. Por el contrario, como ha pasado en Venezuela, puede ser una llamada de atención de que algo no está marchando como debería, de que algo se ha dejado en el camino, y hacer un ejercicio de autocrítica, que permita profundizar las virtudes, modificar los vicios y construir las ausencias. Puede ser un estímulo necesario para generar nuevos paradigmas, nuevas inventivas que tracen caminos hacia una plena construcción de soberanía y de un marco hegemónico basado en modelos éticos de construcción de poder para el pueblo.

El propio Evo Morales, en una reciente entrevista a un medio de comunicación europeo, habla de la pérdida de apoyo al gobierno, y la achaca “al machismo, la corrupción y la división interna en el MAS. Todos quieren ser alcaldes, concejales. Tenemos ejemplos de alcaldes que si no están en la cárcel están procesados. Estos temas de corrupción nos han afectado”. También afirma que de no poder ser reelecto, “me voy feliz y contento a mi chaco. Jamás voy a claudicar en mis principios. Me quedaré apoyando desde abajo”.

No cabe duda que el MAS sigue teniendo un amplio apoyo de la sociedad boliviana, a juzgar por el resultado del referéndum, al menos de casi el 50%. Pero este apoyo sería más amplio si consideramos que muchos de los que han votado 'NO', siguen respaldando al gobierno, pues aquí jugaban otros factores. Respaldo mayoritario que posibilitaría al proceso emprender un período de reestructuración de algunos de sus planteamientos.

Son muchos los retos que se presentan en esta nueva etapa. Será fundamental profundizar en la experiencia de socialismo comunitario. Fomentar la democracia participativa y comunitaria mediante el fortalecimiento de las organizaciones sociales. Implementar un sistema Salud y de Educación integral, universal y gratuito. Transformar un sistema judicial que hoy es un desastre. Avanzar en la recuperación de los medios de producción. Crear industrias nacionales para no basar el crecimiento en la exportación de materias primas, siempre dependientes de la variabilidad de los precios en el mercado internacional, diversificando la matriz productiva en relación respetuosa con la naturaleza. Ampliar las fuentes de empleo, medio no-asistencial para acabar con la pobreza. Reducir el altísimo porcentaje de economía informal, fiscalizando y ofreciendo seguridad a este sector de trabajadores y trabajadoras. Atajar el problema de la reforma agraria y del desigual reparto en la tenencia de la tierra, haciendo frente a los latifundistas y agroindustriales del oriente cruceño, e impulsar la tan necesaria soberanía alimentaria. Seguir avanzando en descolonización y despatriarcalización, para lo cual no podemos olvidar la batalla cultural, ética e ideológica, formando ciudadanas y ciudadanos comprometidos y responsables con la sociedad en la que viven y de la que deben ser actores de cambio. Bolivia tiene que decidir si quiere seguir el camino de las sociedades del bienestar, cuyas consecuencias socioculturales podemos ver en los pueblos de Europa, o si por el contrario quiere profundizar en la sociedad del Vivir Bien, fomentando primero de todo el debate de qué significa Vivir Bien.

Con el reciente resultado del referéndum se abre una nueva oportunidad para hacer un análisis serio que lleve a la profundización y radicalización del proceso de cambio iniciado en Bolivia, no desde el 2005, sino desde la primera victoria popular que tuvo lugar en Cochabamba con la Guerra del Agua. Para ello, nada mejor que apelar a la socialización, a la concientización, a la construcción de un sujeto social con una fuerte formación ética primero y política después, donde la conciencia sea el faro que permita dirigir con responsabilidad la necesaria construcción de alternativas al modelo capitalista, el verdadero empoderamiento de lo comunitario, de las fuerzas indígenas y campesinas, de la participación popular, sin olvidar a los sectores urbanos, periféricos y empujar a esa clase media que en los últimos años ha podido acceder a mejores posibilidades, a la ruptura del individualismo y de la sociedad del consumo a la que dichos sectores tienden, para sumarse a la construcción de este proyecto político y comunitario que para muchos pueblos expoliados del mundo es una esperanza.
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Bibliografía

Molero, Ricardo; Paz Mª José, 2013. “Entre la recuperación de la soberanía y la reproducción de los modelos productivo y distributivo. Las políticas del MAS en Bolivia”, en ¿Alternativas al neoliberalismo en América Latina? FIM, Madrid.

Mier, Carlos Adolfo, 2009. “El modelo del Socialismo Comunitario”. La Paz

Garcés, Fernando, 2013. “Los indígenas y su Estado (pluri)nacional: una mirada al proceso constituyente boliviano”. CLACSO. Cochabamba

Pinto, Juan Carlos, 2014. “El proceso de cambio en el segundo período de Evo Morales”. Andamios. La Paz

Viaña, Jorge, 2015. “A diez años del ciclo estatal de las luchas y la necesidad de reflexión autocrítica en Bolivia”. La Paz

Notas

1/ El Estado Plurinacional se traduce en el reconocimiento institucional de la igualdad de oportunidades de pueblos, idiomas, identidades; y se concretiza en la igualdad de derechos, en la igualdad de culturas y pueblos, en la supresión del colonialismo y discriminación.

2/ La Ley de Hidrocarburos no supone una nacionalización en términos absolutos, pues las empresas transnacionales siguen como socias, pero se aumenta la participación del Estado en la renta petrolera. La participación del Estado en el valor de la producción asciende al 82%, obligando a las empresas a firmar nuevos contratos que “cumplan con las condiciones y requisitos legales y constitucionales”. Habría que hablar pues de un modelo de nacionalización mixto.


Texto completo en:

http://www.lahaine.org/evo-iun-gobierno-radical-y

La colaboración


La colaboración
necesitodetodos.org

¿Qué piensan ustedes?

-Cómo afectó tu visión del mundo el no haber recibido la educación adecuada respecto a la colaboración como un aspecto integral de la evolución? 

¿En que forma cambiaría tu punto de vista si te enseñaran que la colaboración es necesaria para la persistencia de la evolución, que es indispensable para el desarrollo de sociedades humanas más armoniosas y complejas, que es esencial para la resolución de problemas y crisis hoy en día?

La pieza faltante en el rompecabezas: la colaboración es el tercer aspecto integral de la evolución

“Los científicos de numerosas disciplinas han intentado explicar por qué la cooperación, el altruismo y el sacrificio personal se erigieron en este nuestro mundo en donde ‘perro se come al perro’. Darwin mismo estaba afligido por nuestra conducta egocéntrica. Sin embargo, en sus grandes obras, el problema de la cooperación era un punto marginal, un detalle que tenía que eludirse. Esta actitud prevalece entre muchos biólogos hoy en día.

¿La colaboración daña la supervivencia del más fuerte? 

“La colaboración va en contra de la semilla del interés personal. La colaboración es irracional. Desde la perspectiva de la fórmula de Darwin sobre la lucha por la existencia del más apto, no tiene sentido ayudar a un rival en potencia, sin embargo, existe evidencia muy clara de que esto sucede incluso entre las formas de vida más sencillas del planeta.

“… parece ser una anomalía en el gran entramado de la vida. La selección natural debería conducir a los animales a comportarse para aumentar sus propias oportunidades de supervivencia y reproducción y no preocuparse por la suerte de los demás. En esta interminable lucha por los alimentos, el territorio y el apareamiento, dentro del orden de la evolución, ¿por qué un individuo se saldría del esquema para ir a ayudar a otro individuo?”

Competir o colaborar 

“Todos somos células en el mismo cuerpo de la humanidad.”

—Peace Pigram (Mildred Lisette Norman)

“En el juego de la vida, a todos nos motiva la lucha por sobresalir; queremos ser ganadores. Existe la forma honesta de lograr el objetivo: correr más rápido que la manada; brincar más alto; ver más allá; pensar más; hacerlo mejor. Pero también existe el lado oscuro, la lógica calculadora del interés personal que dicta que uno nunca debe ayudar a la competencia. ¿De hecho, por qué no dar el siguiente paso y hacerle la vida difícil a los rivales? ¿Por qué no engañar y timar?

“…Se dice que los humanos son los monos egoístas. Somos las criaturas que eluden de las necesidades de los otros. Somos egocéntricos, mercenarios y narcisistas. Buscamos ser el número uno. Hasta se dice que nuestros genes son egoístas. Sin embargo, la competencia no nos cuenta la historia verdadera de la biología. Falta algo muy profundo.

El tercer elemento integral de la evolución

“Anteriormente, existían solo dos principios básicos de evolución: la mutación y la selección. El primero que genera la diversidad genética; y el segundo que elige a los individuos más aptos para un determinado ambiente. Para entender los aspectos creativos de la evolución debemos ahora aceptar que la colaboración es el tercer principio. Para la selección se necesita de la mutación; y de la misma forma para la colaboración se necesita tanto de la selección, como de la mutación. De la colaboración surge el aspecto constructivo de la evolución, de genes a organismos, a lenguaje y a comportamientos sociales complejos. La colaboración es el maestro arquitecto de la evolución. 

Implicaciones para la humanidad 

“Lo único que va a redimir a la humanidad es la colaboración.”

—Bertrand Russell

“La sociedad humana bulle de cooperación. Incluso los actos más sencillos involucran más colaboración de lo que pensamos. Por ejemplo, una persona camina a la cafetería por la mañana para ordenar un capuchino y un cuernito para el desayuno. Para disfrutar de este sencillo placer ha sido necesario el trabajo de un ejército en al menos media docena de países. 

“Nuestra impresionante capacidad de colaboración es una de las principales razones por las que hemos podido sobrevivir en cualquier ecosistema de la Tierra, desde los inclementes desiertos hasta los helados parajes de la Antártica, y el fondo de los océanos. Nuestra increíble agilidad para unir muestras fuerzas nos ha llevado a dar los primeros pasos en la gran empresa de abandonar los confines de nuestra atmósfera y viajar hasta la luna y las estrellas.

La colaboración – que no la competencia – respalda la innovación. Para impulsar la creatividad, para lograr que las personas tengan ideas originales, se necesita el incentivo de una meta, no el temor de un azote. La colaboración es el arquitecto de la creatividad en la evolución, comenzando por las células, hasta las criaturas multicelulares, los hormigueros o los poblados y ciudades. Sin la colaboración no podría existir la construcción ni la complejidad en la evolución.

“…La cooperación es el tercer pilar de la evolución. Y sin cooperación, no sucedería nada de constructivo en la biología… no estamos hablando sobre cooperación entre nosotros en esta generación. Si estudiamos el estado del planeta anticiparemos la cooperación con las generaciones por venir.

Los problemas actuales, las crisis, la falta de cooperación

“Muchos de los problemas que tenemos que enfrentar hoy en día tienen su origen en la profunda tensión entre lo que es bueno y deseable para un individuo. El conflicto se encuentra en los asuntos globales como el cambio climático, la contaminación, la disminución de recursos, la pobreza, el hambre y la sobre población. Los temas mayores – salvar al planeta y mejorar la calidad de vida de la especie Homo Sapiens – no se pueden solucionar solo mediante la tecnología.

“Se requieren innovadores medios para trabajar en armonía. Se queremos subsistir, solo tenemos una opción. Tenemos que considerar al planeta como un todo. Si vamos a ganar el derecho a la existencia y evitar la estrepitosa caída, no tenemos otra opción sino dominar esta extraordinaria fuerza creativa. Tenemos que refinar y hacer crecer nuestra capacidad de colaboración. Debemos conocer a fondo la ciencia de la colaboración. Ahora más que nunca el mundo necesita de Súper-Colaboradores.”
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Martin Nowak’s y Roger Highfield’s autores de Super Cooperators: Altruism, Evolution, and Why We Need Each Other to Succeed.

http://necesitodetodos.org/2015/02/la-colaboracion/

viernes, 26 de febrero de 2016

Hollywood: un arma ideal o cómo los cineastas manipulan la realidad

© AFP 2016/ John Macdougall

Hollywood: un arma ideal o cómo los cineastas manipulan la realidad
Sputnic

CULTURA


18:00 25.02.2016(actualizada a las 18:16 25.02.2016) URL corto
23500

Hollywood es el líder mundial en ingresos por concepto de películas. La popularidad mundial hace a “la fábrica de sueños” el arma idónea del poder blando que EEUU usa activamente.

Rusia, el enemigo estrella

Los rusos en varias formas —desde mafiosos y malvados hasta espías y el Ejército— gozan de fama por figurar extensamente en la lista de los "enemigos de EEUU" en una multitud de películas de Hollywood.

La época de la guerra fría dio a luz a decenas de filmes con antagonistas rusos, como "Amanecer rojo" (1984), "La caza del Octubre Rojo" (1990) y muchos otros que inventaron ridículas versiones de la vida de los soviéticos.

En las primeras décadas tras el fin de la guerra fría las películas estadounidenses probaron con otros posibles enemigos, por ejemplo con Corea del Norte —con el rehacer del "Amanecer rojo" (2012) y "Ataque a la Casa Blanca" (2013)—. Sin embargo, Rusia nunca dejó el primer lugar para los guionistas estadounidenses como el enemigo más popular.

Lo único que necesitaron fue cambiar el ángulo o la época del conflicto, porque unademonización directa ya era "forzada", es decir, "menos creíble".

Matices pequeños, pero importantes

El argumento del exitoso filme "Gravedad" (2013) comienza con la supuesta destrucción de un satélite obsoleto por un misil ruso. En realidad, Rusia nunca ha probado sus misiles contra satélites reales, ya que está prohibido por la ley internacional precisamente debido al riesgo para la infraestructura espacial.

Los únicos países que han derribado satélites existentes han sido EEUU en los años 1985 y 2008, y China en 2007. La prueba de China, de hecho, generó una nube de desechos potencialmente peligrosos para los satélites en la órbita, lo que coincide con el argumento de "Gravedad".

En una película histórica reciente, "Puente de espías" (2015), también exitosa, los guionistas decidieron deshacerse de varios hechos importantes para mantener el drama. El filme cuenta la historia del primer intercambio de espías y prisioneros entre la URSS y EEUU —el espía soviético Rudolf Abel contra el piloto estadounidense Gary Francis Powers—. El intercambio fue negociado por el abogado estadounidense, James Donovan.

Mientras la situación reflejada se acerca a la realidad, son los matices del guión los que modifican la percepción del espectador.

Primero, James Donovan no fue un mero "abogado de seguros", como afirma la película. Fue oficial de la Armada y asistente del fiscal estatal de EEUU durante el proceso de Núremberg en 1945, es decir, fue un abogado de categoría con vínculos con la Defensa estadounidense.

Segundo, Gary Powers no fue un espía. Fue un piloto de un avión de reconocimiento, y por definición no poseía datos cruciales para la URSS. Tal vez por esta razón el oficial estadounidense colaboró activamente con las autoridades soviéticas y tachó su crimen de "grave" y "digno de un castigo" (01:35 en el vídeo).

Por esta colaboración, por la pérdida de un avión moderno y por no haberse suicidado con cianuro, a Gary Powers le ofrecieron una fría acogida tras el intercambio. A pesar de ser formalmente exonerado de todas las acusaciones, el piloto nunca se deshizo de la reputación de "traidor" y "cobarde" que terminó con su carrera militar. Murió en 1977 y sólo en 1987 la Defensa de EEUU le condecoró con la Cruz al Vuelo Distinguido.

Tercero, Rudolf Abel no fue descubierto por la FBI tras una investigación. Fue traicionado por otro agente, Reino Häyhänen, que se había rendido a los estadounidenses. Abel no colaboró con EEUU y negó por completo sus vínculos con la URSS, incluso su propio intercambio por Powers fue negociado a través de intermediarios. Su destino no quedó desconocido, al contrario de lo que supuso la película. Rudolf Abel regresó a la KGB como consejero y profesor después de restablecerse e incluso protagonizó la película soviética "Estación muerta" (1968).

Finalmente, no fueron los soviéticos los que que iniciaron las negociaciones. Donovan planteó en la corte que encarcelar a un espía sería útil para un futuro intercambio. Cuando el caso de Powers salió a la luz, el abogado junto con el agente de la CIA, Milan Miskovsky, se ocupó del proceso vía intermediarios.

En general, cada modificación de la historia en "Puente de espías" parece de poca importancia. Sin embargo, el subtítulo "Basado en sucesos reales" para muchos espectadores que no están interesados en la historia, crea una imagen que se distancia de los hechos reales.

En este aspecto el talento del director y de los actores, así como el deseo de los guionistas de introducir más tensión hace —por casualidad o deliberadamente— que un cuadro modificado de la realidad se fije en la memoria.


http://mundo.sputniknews.com/cultura/20160225/1057096250/hollywood-cineastas-manipulan-realidad.html#ixzz41CDc1qvk

jueves, 25 de febrero de 2016

Los patólogos del Progresismo de América Latina y el Caribe


Los patólogos del Progresismo de América Latina y el Caribe
Por José Fortique

El análisis dicotómico para abordar la política de América Latina y el Caribe, nunca ha funcionado. Algunos analistas, pretenden evaluar con una taxonomía rígida, el ciclo de cambios que han impulsado los gobiernos progresistas.

Dentro de las hipótesis, se anuncia el final del ciclo, pretendiendo homogeneizar en una periodización única, iniciativas totalmente dispares. La región comparte desde lo histórico tramas comunes. Sin embargo, las diferencias económicas iniciaron desde la propia colonia, con la dinámica heterodoxa de los espacios periféricos.

El segundo supuesto, coloca como único rostro del progresismo a los partidos políticos, que por vía electoral accedieron al gobierno. Así, dislocando la gobernanza con los movimientos sociales, se bosqueja una tensión; con la clásica versión de lo constituyente vs lo constituido. El tercer supuesto que se puede extraer, consiste en enumerar corrientes de ultra-izquierda e izquierda. Precisamente, es todo un malabarismo argumentativo, que simplificado comprime la realidad entre partidarios de los gobiernos progresistas o los críticos descarnados.

El debate político para los latinoamericanos, ha sido permeado por la modernidad europea desde la colonia. La pregunta por los referentes de la izquierda, no es fatua ni simple, ¿Existe una izquierda latinoamericana?- La historia de las repúblicas aéreas del Siglo XIX, encubre el rostro de la América insumisa, que tempranamente se abrió paso desde los quilombos y la resistencia indígena. Son pocos los blancos criollos que comprendieron la complejidad del racismo inoculado por la colonia. La revuelta de los mantuanos terminó engranándose a la transición hegemónica de las metrópolis; impidiendo la gestación de repúblicas mestizas.

La cartografía imperial pasó desde los británicos hasta el destino manifiesto y la doctrina Monroe. El Consenso de Washington, ratificó la lógica reproductora de las élites locales. Con las repúblicas criollas sobrevinieron Estados restringidos en su capacidad soberana, sometidos por las férreas dictaduras militar, la intervención directa de los Estados Unidos o hipotecados bajo democracias representativas, con deudas altísimas destinadas a aliviar las crisis de la acumulación del capital. 

Los gobiernos progresistas aparecieron sobre la ruina del Siglo XX. Al mismo tiempo que la Revolución Cubana triunfaba, el efecto dominó se estancaba en otros países. La lucha armada culminó para algunos con derrotas militares y, la consecuente desmovilización de la izquierda. Los outsiders como Chávez en Venezuela, fueron el producto de asonadas militares atípicas al revisar los antecedentes de las Fuerzas Armadas; su propuesta se centró en el bolivarianismo. En el caso de Evo Morales, forjó su liderazgo en el sector cocalero, combinando las luchas campesinas e indígenas. En Ecuador, Rafael Correa supo capitalizar la crisis de gobernabilidad, para posicionar su movimiento Alianza País.

El neoliberalismo encontró resistencia en la Región ante este ciclo de cambios. Algunas características definen a grandes rasgos la política de estos gobiernos: el gasto público con énfasis en la inversión social (programas asistencialistas) y, la creación de espacios multilaterales o de regionalismo autonómico. Aunque declarados anticapitalistas algunos, la dependencia de las materias primas y la volatilidad financiera, los ha encontrado en escenarios diferentes, sufriendo el mayor desgaste los gobiernos de Brasil y Venezuela.

Mariátegui con voz crítica, advertía la necesidad de un análisis nacional sin obviar la dinámica mundial. De este modo, el desgaste del progresismo no evita la languidez del capitalismo y, la redefinición de las hegemonías. ¿Fin de un ciclo?, no tiene sentido la reflexión sobre la izquierda si se reduce al campo de los epitafios, afortunadamente los analistas no han agotado todas las respuestas. 


miércoles, 24 de febrero de 2016

Relación líder y masas. Sentido real del antiimperialismo

Relación líder y masas. Sentido real del antiimperialismo
Manuel Moncada Fonseca


1. Necesidad de visibilizar a las masas, su protagonismo y su papel determinante para el devenir histórico

El líder posee un espacio indiscutible en la lucha social, sin él ésta carece de norte, se atomiza y es fácilmente manipulable. "Los líderes se impregnan de la historia de sus países, recorren el territorio, hablan con su gente, escuchan y saben interpretar los anhelos de justicia social, las demandas de los trabajadores, las mujeres, la juventud y los pueblos originarios."(1) Su papel, pues, debe resaltarse. 

Mas tampoco se trata de ignorar a las masas populares, sobre todo por ser, sobradamente, el componente más numeroso de cualquier sociedad; porque entre sus miembros se encuentran los productores directos, llámense obreros, campesinos, artesanos, etcétera, es decir, lo creadores reales de la riqueza social en su conjunto; y no faltaba más, por ser las fuerzas motrices de las grandes transformaciones sociales, propiamente de las revoluciones, como expresiones máximas de la lucha de clases.

Sin obviar al líder, la acción de las masas debe visibilizarse cada vez más. Empero, consciente o inconscientemente, de forma deliberada o no, la balanza se inclina demasiado al lado del líder, al grado que, no pocas veces, éste pareciera ser, por sí mismo, el demiurgo de los cambios.

La propaganda política-ideológica que se monta sobre estas bases, a nuestro parecer, suele ser poco por efectiva.

Nuestras palabras, llevan la intención de invitar al sano debate alrededor de esta temática tan vital para el logro de una relación estrecha y fructífera entre el líder revolucionario (colectivo o individual) y las masas populares.

2. Reafirmemos el antiimperialismo ante sus detractores solapados

Imaginemos, por un instante, que EEUU, con demócratas o republicanos gobernándolo, tenga buenas relaciones -sin puñales traperos de por medio- con una nación cualquiera del planeta; pero al mismo tiempo, observemos el actuar real constante de esta gran potencia, fraguando planes para intervenir en África, Asia, Oceanía, América Latina y Caribeña y hasta en la misma Europa; ejecutando sus políticas para apoderarse de las riquezas del orbe; vomitando fuego contra cualquier gobierno o fuerza que rechace su intervencionismo en cualquiera de sus manifestaciones. 

Esa nación beneficiada con sus buenos lazos con EEUU, preguntémonos ahora, ¿tendría que ignorar a las demás; a las que resisten contra viento y marea a ese imperio, por entero  peligroso, que busca someterlas por la fuerza o con subterfugios engañosos de mil tipos? 

Y si la misma nación se declara antiimperialista ¿tendría que abandonar esta condición o “modernizarla”, tornándola edulcorada para preservar su suerte de estar de “buenas” con Washington? ¿Dejaría a un lado su carácter internacionalista con las que no gocen de la venia imperial? ¿Podría ser antiimperialista “modernizada” a lo interno y, en verdad, decididamente antiimperialista en el plano global?  ¿No equivale todo ello, acaso, a capitulación tangible ante las fuerzas de Occidente encabezadas por EEUU?

Las repuestas son sobranceras por lo obvio que es el mundo real, distinto al de las quimeras que pululan en todas sus latitudes.

El caso es que entre las fuerzas revolucionarias, existen elementos que habilidosamente edulcoran el antiimperialismo, como que si ello fuera la fórmula mágica para enternecer a la demencial y antihumana civilización occidental. 

En consecuencia con lo anteriormente expuesto, debemos rechazar decididamente el planteo de aquéllos que, dizque desde la izquierda revolucionaria, pretenden ridiculizar el discurso y, sobre todo, la práctica antiimperialista. Mucho de esto está presente en Europa, sobre todo, entre los que acertadamente han sido bautizados de conjunto como clero secularizado, cuyos miembros han apoyado las atrocidades de Occidente contra Libia y Siria por ejemplo. Aunque quizá en menor medida, otro tanto pasa en Nuestra América.

En relación con el caso sirio, leemos que se trata de que “... desde el 2011 se evidencia con claridad el papel legitimador de la guerra jugado por ciertos intelectuales de izquierda. Una parte importante de éstos ha optado por servir de coro a la guerra mediática contra Siria investidos de una áurea ilustrada y cargados de principios morales de factura occidental. Desde sus púlpitos en los medios alternativos pero también en los masivos elaboran explicaciones, justificaciones y relatos que presentan como principios éticos cuando en realidad se trata de su opción política. Ridiculizan y simplifican, manipulan y tergiversan la opción de los militantes antiimperialistas..." 2

Aunque la cita anterior se refiere a la izquierda otánica, en Nuestra América, hay gente que, declarándose contra la guerra, coinciden en algo esencial con aquélla, a saber, en burlarse de quienes se declaran antiimperialistas, considerando que el imperio es ya algo superado, razón por la cual entrecomillan este concepto. 

Aclaramos, no obstante, que ser antiimperialista no significa ladrarle al imperio o, peor aún, declararle la guerra a muerte. Tampoco significa, por ejemplo, descortesía diplomática hacia un visitante del imperio. Cuba dice con razón que brindará un trato respetuoso a Obama en la visita que éste realizará pronto a la isla. Distinto ocurre con países que están siendo agredidos militarmente, mismos a los que no les queda más alternativa que resistir con las armas en la mano al agresor foráneo, como sucede con Siria, Yemen, Iraq y con los kurdos, por ejemplo.  

Si el imperio ya dejó de existir, debemos preguntarnos: ¿Será falso que Obama está apostando a desestabilizar a los gobiernos revolucionarios y progresistas de la región latinoamericana y caribeña? ¿No es su administración, acaso, la que alienta a la oposición venezolana a derribar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela? ¿No es esencialmente eso mismo lo que promueve contra Rafael Correa, en Ecuador, y contra Evo Morales, en Bolivia? ¿Y será que tiene propósitos fraternos con la Revolución Cubana? ¿No son sus agentes y sus vasallos en Nicaragua los que quieren frustrar la construcción del canal interoceánico que en ella impulsa el Gobierno Sandinista?

Y en Oriente Medio y el norte de África, ¿no sigue Obama el curso de sus antecesores cumpliendo las líneas de dominio brutal que, rato hace, ha trazado el establishment global; el que destruyó a Libia y hoy se apresta a reintervenirlo con sus cómplices europeos y sus hienas terroristas; el que está tras las macabras maniobras del turco Erdogan, los gobernantes saudís, qatarís, israelís y, ya no se diga, de las atrocidades del Estado Islámico? ¿No fue su administración la que colocó al fascista Porochenko al frente de Ucrania?

Se necesita ser ciego, sordo y mudo para negar estas realidades impuestas al mundo por el dólar maldito. Ante su dominio, se requiere el internacionalismo entre los pueblos.

De ahí que Sandino llame a que no le hagan el desfavor de llamarlo localista por ser nicaragüense, porque su lucha, siendo nacionalista por su forma, resulta internacionalista por su fondo. Martí, habla en el mismo sentido cuando dice que, aunque existe una patria inmediata, "patria es humanidad". Bolívar, a su vez, nos dice: "La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino."3

Marcos Roitman Rosenmann Caudillismo, caudillos y líderes políticos en América Latina. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=166084
2 Ángeles Diez Rodríguez. “Intelectuales al servicio de la guerra contra Siria”. http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/09/19/intelectuales-al-servicio-de-la-guerra-contra-siria/

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